El presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, anunció ayer a sus pares que el 31 de diciembre próximo concluirá su mandato al frente del máximo tribunal porque siente “cansancio y agobio moral”.
La renuncia de Lorenzetti a asumir una nueva presidencia a la Corte llega cuando el titular del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), el periodista Horacio Verbitsky, anunció que preparaba una denuncia penal contra el juez por el delito de “falsificación de documentación público” por la votación en la que fue decidida su reelección y después de reiterados embates por parte de la jefa del Estado, Cristina Fernández.
Fuentes del máximo tribunal dijeron a DyN que Lorenzetti le comunicó su decisión en las últimas horas a sus pares Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda.
“Lorenzetti se siente cansado, no por sus funciones, sino por cansancio moral; está agotado, agobiado desde hace bastante”, dijeron a esta agencia los voceros, quienes destacaron que igualmente tiene resuelto “seguir hasta el 31 de diciembre”, o sea que concluirá su mandato, ya con el nuevo Gobierno nacional que surja de las elecciones de octubre.
El tema será tratado el martes de la semana entrante en el acuerdo de la Corte, ya que estos días Lorenzetti “estará fuera del país por un viaje académico”, dijeron los voceros.
Como se dijo, la noticia se conoció cuando Verbitsky hacía saber que preparaba una denuncia penal contra el juez por el delito de “falsificación de documentación pública”. Según el periodista, en la acordada del pasado 21 de abril, donde se decidió renovar el mandato de Lorenzetti, no estuvo presente el juez Carlos Fayt, de 97 años y con un frágil cuadro de salud.
“Hay una situación muy grave porque hay una falsedad ideológica en un documento público. Eso es incluso un delito”, dijo Verbitsky, que explicó que “la acordada dice que fue firmada por todos los ministros en el Salón de Acuerdos y eso no es cierto. En el caso de Fayt se lo llevó el secretario de la Corte (Cristian) Abritta”, indicó.
Añadió que “Lorenzetti necesitaba anticipar la reelección porque en cualquier momento se queda sin el voto de Fayt y entonces la mayoría de tres lo obligaría a votar por sí mismo, que es lo que hacía (Julio) Nazareno en tiempos de la Corte menemista”.
Tanto Fayt como Lorenzetti han sido blanco de críticas oficiales: al primero lo cuestionan por su capacidad intelectual a su avanzada edad, mientras que el titular de la Corte ha sido fustigado en varias oportunidades por la jefa del Estado.
La última vez fue la semana pasada, cuando Lorenzetti habló en Córdoba de poner límites al poder y de la necesidad de que los jueces no tengan actividades partidarias, y la Presidenta lo reprendió por la falta de fondos a los juzgados federales del norte del país para combatir el narcotráfico.
La embestida más clara, sin embargo, fue el 1ro. de marzo último, día de inauguración de la Asamblea Legislativa, cuando la presidenta mandó a observar a la Corte por las demoras en el juicio de la AMIA y la falta de respuestas por el atentado a la embajada de Israel.
Lorenzetti es un reconocido abogado y académico santafesino que nunca ejerció la magistratura hasta que fue propuesto en 2004 por el presidente Néstor Kirchner para integrar el máximo tribunal.
Desde enero de 2007 sus pares lo eligieron para ser presidente de la Corte Suprema y fue reelecto en 2010 y en 2013.
El 10 de mayo de 2014 murió la jueza Carmen Argibay, el 12 de octubre falleció Enrique Petracchi y el 31 de diciembre último hizo efectiva su anunciada renuncia el juez Eugenio Zaffaroni, por lo que la Corte quedó integrada por cuatro magistrados (Lorenzetti, Highton de Nolasco, Maqueda y Fayt).
El 21 de abril pasado, en una votación anticipada, Lorenzetti fue elegido por sus colegas para que siguiera estando al frente del máximo tribunal de Justicia en el período 2016-2019.
La decisión de la Corte para elegir a Lorenzetti fue tomada en simultáneo con el fallo que frenó una nómina de conjueces votados el año pasado por el oficialismo con mayoría simple (y no por los dos tercios del Senado, como impone el nombramiento de un juez).
También ocurrió tras el frustrado intento oficialista de incorporar al abogado Roberto Carlés en reemplazo de Zaffaroni y en medio de los rumores de un intento del Gobierno por ampliar por ley el número de miembros de la Corte Suprema.
De inmediato llegaron las críticas del oficialismo, en boca del jefe de Gabinete Aníbal Fernández, que habló de “falta de ética” de Lorenzetti, y lo chicaneó porque justo a él “el Telebeam” (sistema para repetir y precisar jugadas deportivas por TV) lo encontró “como cinco metros adelantado respecto de lo que significa la marca de la ética”.
Nueva embestida contra Fayt
Buenos Aires. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, reclamó nuevamente ayer que se le practique al ministro de la Corte Suprema Carlos Fayt un examen para que “demuestre que está en condiciones” de ejercer el cargo, al advertir que de lo contrario “termina siendo un unicato” del titular del cuerpo, Ricardo Lorenzetti.
Fernández, en contacto con radio Del Plata, reiteró que la comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados debería evaluar un posible “mal desempeño” de Fayt, en virtud de que “la idoneidad” que presentó en su extensa trayectoria, “ya no exista, por razones física o psíquicas”.
“No pretendo sancionar a Fayt, sino (colaborar con) el bien público”, advirtió el ministro, sobre la capacidad o no de Fayt, a los 97 años, para ejercer el cargo.
Por ello, dijo suponer que “en no mucho tiempo más comenzarán a prestarle atención a una decisión de estas características” aunque aclaró que “ha sido un ministro de lujo de la Corte, pero es posible que sus capacidades las haya perdido”.
Al respecto, pidió “alguna pericia para que demuestre que está en condiciones”, y advirtió que, de otra manera, “termina siendo un unicato de (Ricardo) Lorenzetti”, quien recientemente fue reelecto en el cargo de titular del cuerpo judicial, en el que ya está hace cuatro años.