El izquierdista Andrés Manuel López Obrador asumió ayer la presidencia de México con la promesa de "acabar con la corrupción y la impunidad que impidieron el renacimiento" del país en las últimas décadas y con el firme objetivo de construir una nación más igualitaria.
López Obrador, de 65 años, prestó juramento como nuevo jefe de Estado y recibió de manos del diputado Porfirio Muñoz Ledo la banda presidencial que le entregó el mandatario saliente, Enrique Peña Nieto.
La toma de posesión ("toma de protesta" como dicen los mexicanos) se realizó ante diputados y senadores en una sesión conjunta del Congreso, dominado por el ahora gobernante partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Entre los mandatarios de distintos países, estuvieron presentes Miguel Díaz Canel, de Cuba, y Lenin Moreno, de Ecuador, entre otros. La vicepresidenta argentina Gabriela Michetti concurrió en reemplazo de Mauricio Macri, quien se quedó en Buenos Aires como anfitrión de la Cumbre del G20.
Cambio de régimen
"Hoy comienza un cambio de régimen político", dijo López Obrador en su primer discurso como presidente al país en referencia a los 36 años de gobiernos neoliberales que lo antecedieron.
El nuevo mandatario dijo que "privatización ha sido sinónimo de corrupción" y señaló que "el poder político y económico se han nutrido mutuamente y se ha implantado como modus operandi el robo de los bienes del pueblo y de la nación".
Dijo que si le pidieran una primera frase para describir el objetivo de su gobierno, sería la siguiente: "Acabar con la corrupción y la impunidad".
“Esta nueva etapa la vamos a llevar a cabo sin perseguir a nadie, porque no apostamos al circo ni a la figuración”, agregó.
En su discurso, el flamante presidente reivindicó a los pobres y desposeídos. Dijo que éstos serán prioridad y que el Estado se ocupará de disminuir las desigualdades sociales.
“Todos los seres humanos tienen derecho a vivir y ser felices. Es inhumano usar al gobierno para defender intereses particulares y desvanecerlo cuando se trata de proteger el beneficio de las mayorías”, apuntó.
Gobernar para todos
“Es pertinente exponer con toda claridad: vamos a atender y a respetar a todos, vamos a gobernar para todos y vamos a dar preferencias a los vulnerables y los desposeídos. Por el bien de todos, primero los pobres. Nuestra consigna de siempre, se volverá hoy principio de gobierno”, agregó.
AMLO aprovechó para recordar algunas de sus promesas de campaña y se comprometió a cumplir, mediante distintos programas como el de salud universal en todo el país
Recordó que eliminará la Reforma Educativa, aprobada por el expresidente Enrique Peña Nieto, a quien sucedió en el poder y destacó que dos millones de jóvenes serán contratados, se otorgarán 10 millones de becas y se crearán 100 universidades públicas.
Agregó que aumentará "el salario mínimo y no volverá a fijarse por debajo de la inflación" y otorgará una ayuda económica de 3.600 pesos mensuales (180 dólares) a millones de jóvenes.
Apuntó que se atenderá, de manera inmediata, a los damnificados por los sismos de setiembre de 2017 que azotaron a la Ciudad de México y a los estados de Oaxaca, Morelos y Chiapas.
También adelantó que habrá créditos a agricultores y ganaderos, a dueños de talleres, artesanos y pequeños comerciante. Además se ayudará con subsidios a productores del campo.
"El distintivo de estos programas es que los ciudadanos recibirán lo que les corresponde de manera directa y sin intermediarios, moches o comisiones", apuntó López Obrador, quien asumió la Presidencia de México tras vencer en los comicios del 1 de julio con el 53 % de los votos.
Dijo que trabajará con Trump y Trudeau
El flamante presidente de México, Andrés López Obrador, sostuvo, en su discurso de asunción, que trabajará codo a codo con sus pares de Estados Unidos, Donald Trump, y Canadá, Justin Trudeau para resolver el fenómeno de la inmigración sin apelar a medidas coercitivas.
El vicepresidente de EE.UU, Michael Pence, y la hija de Trump, Ivanka, estuvieron en el acto.