Los mexicanos acuden desde este jueves a un polémico referendo, realizado en medio de irregularidades, para decidir entre un costoso aeropuerto para Ciudad de México o un proyecto económico propuesto por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador.
Esta consulta, realizada por decisión de López Obrador, que asume el 1 de diciembre, se realiza en 1.073 mesas distribuidas en México y que abrirán a diario hasta el domingo, cuando se espera conocer resultados preliminares.
Al mediodía, en redes sociales y medios locales, se denunciaba la ausencia de mecanismos para impedir que una misma persona vote varias veces en distintas mesas.
El refrendo no cuenta con marco legal alguno, no participan autoridades electorales y es organizado por organizaciones sociales y personal del equipo del próximo mandatario izquierdista.
Personal de la AFP consiguió, en menos de 30 minutos, votar dos veces en dos mesas distintas localizadas a menos de 2 km de distancia. Para votar, los ciudadanos acuden a cualquier mesa, sin importar que no esté en la zona electoral donde viven, y mostrar su carnet de votante.
Se informó que habría una aplicación para que los encargados de recibir el voto ingresaran el número del carnet y evitar que un elector vote dos veces. Pero la AFP constató que en una ocasión se apuntó el número en un cuaderno y en otra en un teléfono móvil en el que no se observaba la aplicación.
La consulta, promesa de campaña de López Obrador, estuvo precedida de una oleada de críticas de analistas políticos, que alertaron sobre la falta de rigor, además de que las mesas fueron instaladas principalmente en zonas de simpatizantes de López Obrador.
López Obrador, un izquierdista de 64 años que arrasó en la presidencial de julio y quien lanzó este referendo, votó entre un tumulto de reporteros y camarógrafos.
"Voté por la democracia", exclamó.
El presidente electo critica duramente al proyecto de más de 13.000 millones de dólares para un nuevo aeropuerto de la Ciudad de México (NAIM) en Texcoco, un suburbio de la capital.
Para contribuir a agilizar el tráfico aéreo en el aeropuerto de la Ciudad de México, enclavado en plena urbe y saturado desde hace años, López Obrador propone abrir otra estación en la base aérea militar de Santa Lucía, en el sur de la capital.
La boleta de votación plantea una sola pregunta y ofrece a Santa Lucía y Texcoco como respuestas posibles.
"No estoy de acuerdo con Texcoco porque es un aeropuerto que no beneficia nada a la población (...). El dinero público hace falta para muchos aspectos como salud y educación", dijo a la AFP Silvia González, de 59 años, quien votó al exterior de una transitada estación de metro,
La mayoría de los votantes consultados en esa zona, y que nunca han viajado en avión o lo han hecho sólo una vez, se inclinaban por Santa Lucía, mientras que en un barrio de clase media las opiniones estaban igualadas.
"Para mí el mejor proyecto es el de Texcoco porque tiene muchos años que ingenieros y gente especializada ha planeado la construcción", dijo Rosa Sandoval, comerciante de 61 años.
López Obrador ha criticado a Texcoco, donde antiguamente hubo un lago, por su alto costo, su impacto ambiental y presunta corrupción en las licitaciones.
"Estamos hablando de miles de millones de pesos, estamos hablando de actos de corrupción que se pueden evitar", reiteró este jueves antes de votar.
El gobierno ha tenido una tímida defensa del NAIM y este jueves subió un video en Twitter señalando que los estudios para la nueva terminal llevan 20 años de trabajos.
El sector empresarial, incluido Carlos Slim, magnate mexicano de las telecomunicaciones y mayor inversionista en Texcoco, ha criticado a López Obrador por su posición ante el NAIM.
"Los contratos que existen en Texcoco, en el caso de que se decidiera Santa Lucia, serán respaldados, protegidos", dijo López Obrador al lanzar un mensaje de tranquilidad a los inversionistas.
Suspender el NAIM costaría millones de dólares.
Ingenieros mexicanos y organizaciones especializadas en aviación mexicanas e internacionales coinciden en que Santa Lucía tiene menor potencial al NAIM y requiere mayor análisis.
La ley mexicana contempla las consultas, pero a cargo de la autoridad electoral y en comicios federales cada tres años.