En medio de la escalada de tensión por el envenenamiento en Gran Bretaña del ex espía Serguei Skripal, y mientras los diplomáticos rusos expulsados de Estados Unidos regresaban a su país, el gobierno de Moscú acusó a Washington y Londres de estar tratando de impedir que se realice en Rusia el Mundial de fútbol de este año.
La vocera de la Cancillería rusa, María Zajarova, afirmó en una entrevista por TV emitida este domingo que "el principal objetivo" de los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña es "sacar a la Copa Mundial de Rusia".
El Reino Unido ha castigado a Rusia, a la que acusa de estar detrás del ataque con un agente químico al ex espía Skripal y su hija Yulia, el 4 de marzo en la ciudad de Salisbury, con la expulsión de 23 agentes y diplomáticos. Y la familia real británica anunció que no irá al Mundial que se realizará en Rusia del 14 de junio al 15 de julio próximo. Sin embargo, no hay, al menos hasta el momento, ninguna decisión por parte del equipo de fútbol británico de boicotear el campeonato, que estará en el centro de las miradas desde todo el mundo.
Serguei Skripal sigue internado en estado gravísimo tras el envenenamiento con el agente nervioso Novichok. Su hija ya despertó del coma y se recupera de a poco. Hace pocos días comenzó a hablar y se espera que pueda aportar información sobre lo que ocurrió.
En la entrevista con el Canal 5 de la televisión rusa, citada por la cadena BBC, Zajarova dijo: “Mi impresión es que lo que a todos les preocupa es sacar al Mundial fuera de Rusia. Usarán cualquier medio”. Y agregó: “Sus mentes están pensando sólo en esa pelota, y en que Dios impida que toque un campo de fútbol ruso”.
La portavoz ya ha negado en varias ocasiones que Rusia tenga algo que ver con el envenenamiento de los Skripal. Y, más aún, días atrás declaró que el hermetismo del Reino Unido sobre el caso despierta "sospechas" sobre la implicación de los propios británicos. "El ocultamiento de información, el secreto en que se mantienen los detalles de lo ocurrido hace pensar en que en esto pueden estar implicados, en particular, los servicios secretos británicos", sostuvo.
El caso desató la más fuerte crisis diplomática entre Moscú y Occidente desde la época de la Guerra Fría. Pocos días después de que Skripal y su hija fueran encontrados inconscientes en un banco de una vereda de Salisbury y se descubriera que habían sido envenenados con un agente tóxico desarrollado por la ex Unión Soviética, la primera ministra británica Theresa May declaró ante el Parlamento que el ataque constituye "un uso ilegal de la fuerza por parte del Estado ruso" contra Gran Bretaña.
“Ante semejante ofensa contra nuestro país, esta relación (con Rusia) no puede seguir su rumbo actual”, expresó May. Ello implica que líderes políticos y miembros de la realeza británica no irán al Mundial. Pero la jefa de gobierno no mencionó la posibilidad de que la selección nacional boicotee el torneo.
Estados Unidos y gran parte de Europa se sumaron a la sospecha de Londres de que Rusia está detrás del ataque y también expulsaron diplomáticos como represalia. Pero tampoco hicieron comentarios sobre un posible boicot a la Copa del Mundo.
El Mundial, uno de los espectáculos deportivos más esperados en países de todos los continentes, quedó en medio de la disputa diplomática.
Diplomáticos expulsados de EEUU llegaron a Rusia
Los 60 diplomáticos rusos expulsados por Estados Unidos en solidaridad con el Reino Unido por el caso Skripal han regresado todos a Rusia, informó hoy la agencia oficial rusa RIA Nóvosti.
Los diplomáticos y sus familias, un total de 171 personas, volvieron al país a bordo de dos aviones enviados especialmente con ese fin por las autoridades rusas.
El pasado 26 de marzo, EEUU declaró persona non grata a 48 diplomáticos rusos acreditados ante Washington y a 12 miembros de la representación permanente de Rusia en la ONU.
"Honestamente, no recuerdo que alguna vez se haya atacado de esta manera a la Federación de Rusia, no puedo recordar tal desastre en las relaciones ruso-estadounidenses", dijo a la televisión rusa el embajador del Kremlin ante Washington, Anatoli Antónov.
Según Antónov, "los acontecimientos en Gran Bretaña (envenenamiento de espía) fueron solo un pretexto para llevar a cabo una provocación contra Rusia planeada de antemano".