Nueva Chicago se llevó un inesperado y meritorio empate como visitante de Boca Juniors al cabo de un partido al que el equipo local nunca consiguió encontrarle la llave. Una firme función defensiva, apoyada en las labores sin fallas de los centrales Masuero y Espíndola y una participación fundamental del sobrio arquero Sánchez fueron los argumentos principales para el logro del conjunto que conduce Nania.
Boca se repitió en ofensiva sin hallar nunca la definición ajustada, pudo haber desnivelado en algún pasaje, pero le faltó variedad de recursos y terminó sumido en la impotencia, resignado a compartir la punta del campeonato que al final de la fecha anterior detentaba con exclusividad.
Comenzaron los dirigidos por Arruabarrena imponiendo marcada superioridad en la mitad de la cancha, con rápida recuperación e interesantes movimientos de Pérez y Lodeiro. El dominio produjo algunas aproximaciones, como una media vuelta algo forzada de Osvaldo con remate de zurda elevado a los 4’, un cabezazo desviado del propio centrodelantero a los 10’ y un disparo desde fuera de Pérez, un minuto más tarde, igualmente desviado.
Con el transcurrir del primer capítulo el local perdió precisión y profundidad, y, aunque mantuvo la iniciativa, se le hizo difícil llegar. Chicago, en el primer tramo, a lo único que aspiró fue a alejar la pelota de su área, pese a que en todo momento destacó la celeridad para retroceder y achicar espacios.
A medida que avanzó el juego, el elenco de Mataderos fue sintiéndose más seguro, por momentos compartió la posesión y contó con las dos mejores oportunidades de toda la etapa. En la primera, a los 21’, Ruiz en contraataque corrió muchos metros sobre la izquierda y su remate final, deficiente, fue rechazado por Sara, aunque la mejor opción era el pase a Solignac, que acompañaba.
En la segunda, sobre los 35’, y a continuación de un tiro libre favorable a Boca, escapó Bandunciel, cedió para la llegada de Ruiz por la izquierda y el disparo cruzado del delantero resultó desviado.
Más de media hora del período final se consumió sin que Chicago se hubiese aproximado al área del adversario y en los primeros 5’ minutos Boca estuvo cerca del gol.
A pocos segundos de la reanudación, un remate de Carrizo fue devuelto por el travesaño, tras corrida de Pavón, centro que se le escapó a Sánchez, disparo de Osvaldo y rebote en Vera. La segunda chance neta fue a los 23’, con un cabezazo de Osvaldo que se fue por sobre el travesaño, luego de un córner servido por Colazo.
Los ingresos de Chávez por Pavón y de Calleri por Lodeiro no modificaron la situación y pasada la media hora, el equipo visitante empezó a tener espacios para replicar.
La última oportunidad se le presentó a Boca en el minuto 42, con un córner que desde la izquierda ejecutó Carrizo, cabezazo de Torsiglieri en el primer palo y aparición de Chávez por el sector opuesto, pero Sánchez respondió con una atajada estupenda y aseguró la igualdad ya inamovible. Así, el local se fue masticando bronca y, el visitante, feliz.
Se cortaron varias rachas
Cosas del fútbol, es la primera vez en el año que Boca no mete goles. Y Chicago también debutó con la racha invicta ya que siempre había recibido tantos. Cosas del fútbol, el primero y uno de los últimos del torneo empataron en la Bombonera, en donde se cortaron varias rachas en el mismo partido, a saber:
1) Es la primera vez que Boca no mete goles en este año. Lleva 15 en el torneo y en la Copa Libertadores ganó todos los partidos, con tres goleadas.
2) Es la primera vez que Nueva Chicago no recibe goles, ya que tenía 14 en contra y un cambio de técnico en el medio (Nanía reemplazó a Labruna).
3) Es la primera vez que Boca no se lleva un triunfo en la Bombonera en este año: llevaba cuatro triunfos por el torneo y dos por la Libertadores.
Fuerte autocrítica del Vasco Arruabarrena
“No fuimos claros. En los últimos minutos abusamos del pelotazo, mientras que en el primer tiempo nos faltó decisión para ser más profundos y ellos inclusive tuvieron dos situaciones claras”, destacó el entrenador de Boca en conferencia de prensa, quien además aseguró:
“En el segundo tiempo las acciones las tuvimos más por actitud que otra cosa, pero la realidad es que nos costó leer bien el partido”. Y en continuidad, dijo: “Utilizamos mucho el centro frontal y eso le dio facilidad a la defensa rival, pero está claro que no fue nuestro mejor partido. Chicago hizo su partido, esperó saliendo de contraataque y nosotros no estuvimos claros”.
“Generamos situaciones, pero yo remarco más el tema del circuito, porque erramos pases fáciles. No es excusa que el césped estaba alto, pero vi a algunos jugadores que les costó más en lo físico. Hay que tener paciencia, porque esto es largo y siempre lo he dicho. Aquí nadie te regala nada y muchas veces nos vamos a encontrar con esto, porque hoy no fuimos punzantes”, continuó Arruabarrena. Más allá de eso, el DT hizo foco en los errores propios, ya que volvió a destacar: “Esto es paciencia y muchas veces fuimos al ritmo que le convenía a Chicago. Pienso que iremos aprendiendo el hecho de no fastidiarnos por una situación adversa”.
“Hay diferencias entre nombres, pero después no mucho más entre Juan Aurich y River. Hay que demostrar en la cancha y no hablando”. Esto último fue en relación al posible rival de octavos de final de la Copa Libertadores que podría tener Boca. “Es un empate que duele”. Así, con esa frase tajante se fue el DT Xeneize, quien hizo una fuerte auocrítica tras el 0-0 con el Torito.