Lo que natura non da Wikipedia te lo brinda, podría ser la frase que nos regula el saber en estos tiempos. Pero no apretés el gatillo antes de averiguar si son perdices.
No todo está en Wikipedia y no todo lo que está es cierto. Por ahí hay aproximaciones, pero no certezas. Es buen recurso para enterarnos de cosas que se nos aproximan cotidianamente sin pedirnos permisos y nos dejan desnudos y sin documentos como Tarzán.
Es una solución rápida para vestirnos de respuestas. Pero no confiemos todo el caudal en el mismo banco. Muchas veces hay que certificar lo que dice, chequearlo con otra fuente.
Busco la definición de sonrisa y aparece esta frase: “La sonrisa es una forma de expresar facialmente una satisfacción” y no dice nada más cuando podrían escribirse enciclopedias sobre las sonrisas.
La sonrisa es una forma de sacar afuera lo que nos alegra adentro. La sonrisa es la manifestación de que la vida está siendo benigna con nosotros. La sonrisa es la forma de compartir una alegría con aquellos que tenemos cerca. La sonrisa no es sólo propiedad de los labios, también los ojos tienen esa hermosa culpa. Sonreír es decirle al otro: “Aquí estoy, dispuesto a compartir con alegría este instante en que la vida nos junta”. La sonrisa es el sol de cada cara.
No es fácil producir una sonrisa para un ser que nació llorando. Alguna vez, en un libro, leí que para producir una sonrisa hay que poner en movimiento cerca de treinta músculos. Cosa que implica un esfuerzo. Para ser serio no hay que hacer ningún esfuerzo, hay que poner cara de uno nomás. Nuestro estado natural es la seriedad, entonces la sonrisa es como un buen oasis en medio de un desierto y es necesario abrevar en él.
Dejémosla libre, no la reprimamos, aunque después tengamos que explicar por qué sonreímos; es una buena acción con nuestros semejantes. Si la esperanza tuviera que elegir una bandera seguramente en esa bandera estaría impresa una sonrisa.
La sonrisa es absolutamente necesaria para ciertos menesteres de la vida, por ejemplo: el saludo. Saludar con una sonrisa es decir lo que sería difícil decir con cientos de palabras. Un vendedor que atiende con una sonrisa ya está ganando algo, aunque no venda nada. Un médico que te atiende con una sonrisa te da la confianza que tal vez tu cuerpo no te da. Un principio de amistad que comienza con una sonrisa tiene mucha posibilidad de transformarse en una amistad duradera.
Sonreír es allanar el camino, es decir: aquí estoy, bien dispuesto a caminar junto a vos. Cuando el cansancio nos sume en sus actitudes dictatoriales, cuando hemos atravesado un día con esfuerzo lidiando con las piedras que la modernidad suele colocar delante de nuestros pasos, volver a casa con una sonrisa es demostrar que uno está mucho más allá de la adversidad; es volcar en ese o esa que espera con una sonrisa un lenguaje compartido que seguramente terminará en buenos momentos.
Sonreímos muy pocas veces por día. Una encuesta hecha por científicos que se ocupan en realizar encuestas raras, dice que apenas sonreímos quince veces por día. Es una miseria de alegría, un desperdicio de vida.
Vamos a derrotar toda encuesta, porque a pesar de gobiernos, sistemas económicos, déficit, aumentos y otras agresiones más, la sonrisa sigue siendo patrimonio de cada uno. Nadie puede obligarte a sonreír, lo hacemos porque aún amamos la vida, simplemente por eso.
