A diferencia de años anteriores, ahora todo parece que se cocina a fuego lento en el fútbol argentino, aunque con el tiempo como rival, no hay lugar para improvisaciones y, tarde o temprano, AFA deberá modificar sus calendarios y adecuarlos más a los tiempos de Sudamérica, dejando de lado lo que en otrora, Julio Humberto Grondona modificó por la salud económica de los clubes. Y hablando de un pasar saludable, lo que se avecina parece beneficiar a muchos clubes, como por ejemplo, Godoy Cruz.
En el pasado, Don Julio cambió los estandartes de Primera División para que que las instituciones funcionaran en sintonía con los mercados europeos. Pero eran otros tiempos. Donde Argentina tenía mucha representación en los estamentos de la Confederación Sudamericana y donde el propio Grondona, antes de su fallecimiento, fue vicepresidente de FIFA. Entonces, en esa cocina todo quedaba solucionado puertas adentro, y muy poco se sabía a futuro. De hecho, los acontecimientos se daban cuando la muñeca del mandamás se movía para cualquier lado. Ahora, desde hace un par de años para esta parte, nuestro fútbol pasó por todos las situaciones posibles, desde positivas a aquellas que no lo eran. Por tanto, en la actualidad la nueva conducción con Claudio Tapia a la cabeza, más los dirigentes de los cinco grandes, apoyados claramente por aquellos equipos que están comprometidos con la posibilidad de perder la categoría, piensan que llegó el momento de volver a modificar algo que no hace mucho surgió como una variante que pretendía poner al fútbol argentino en la élite: La Superliga Argentina de Fútbol, algo que se pretende dejar de lado y volver a la órbita de la AFA.
Ahora bien, ¿qué tuvo que pasar para que la dirigencia en general regrese al lugar de pertenencia? Las respuestas son variadas. Primeramente cabe decir que los ingresos por derechos de televisación no son los que se pretendía, por tanto, hay que sentarse y hablar nuevamente con las empresas que en la actualidad se están haciendo cargo de las transmiciones por la pantalla chica (léase Fox Sports y TNT). Con encargados que conocen de la empresa, como lo son Marcelo Tinelli (recientemente confirmado presidente de la Superliga) y Mario Pergolini (vicepresidente de Boca), todo hace indicar que los clubes pueden llegar a conseguir mejores ingresos. Por otro lado, un tema que no es menor: el calendario. Un campeonato largo se hace deficitario para los clubes, que muchas veces no pueden cumplir con los contratos pactados, ya que el tiempo les juega en contra. Son vínculos que se firman generalmente por un año cuando el torneo local últimamente pasa para el siguiente año, lo que conlleva en que determinado jugador pueda marcharse antes de tiempo.
Otra situación a no dejar de lado tiene que ver con la cantidad de equipos que en la actualidad tiene en torneo de Primera División (24). Se dijo, hace un año más o menos, que la idea era llegar al 2022, con una cantidad máxima de 22 equipos. Sin embargo, ese deseo parece que no podrá cumplirse. Entonces, será un volver a empezar, porque aquellos que en la actualidad están en zona de descenso directo, mueven sus fichas e intereses para permanecer en la elite. Son los casos de Gimnasia y Esgrima La Plata, Patronato de Paraná o de Central Córdoba (Santiago del Estero), los tres clubes que en este presente están descendiendo a la Primera Nacional, aunque son esos mismos los que se verían beneficiados por la restructuración que se está gestando en el fútbol argentino. Según una nota del diario La Nación, en los cerebros de los jerarcas de la AFA, empiezan a pensar en un nuevo campeonato de Primera División, donde estén los actuales 24 clubes de Superliga más los dos ascendidos para que sean 26.
Una gran noticia, si se quiere, para nuestro representante en la máxima categoría. Godoy Cruz tuvo una floja performance en la Superliga e hipotecó un gran promedio conseguido en la campaña 17/18 cuando finalizó como subcampeón (56) de Boca Juniors (58). Si bien comenzó a levantar en las últimas fechas de la 19/20, el ahora equipo de Mario Sciaqua pretendía sumar los puntos necesario en la Copa Superliga para engrosas sus números. Pero lo más probable es que esa competencia se deje de lado para volver a foja cero, un dato que beneficia claramente al Tomba porque no solamente tendrá a Patronato y Colón (SF) abajo, sino también a los clubes que lleguen desde la Primera Nacional, certamen que también podría tener sus variaciones.
Volviendo a los intereses del Bodeguero, José Mansur y compañía también levantaron el dedo con la nueva idea. Es que saben que si no es posible terminar con la Copa Superliga, la posibilidad que se maneja de computar el coeficiente de los puntos obtenidos desde mediados de 2020 a diciembre de 2021, quedaría de lado, por lo que en lugar de dividir por las últimas tres temporadas, los clubes tendrían que tomar en cuenta las últimas cuatro, y en ese sentido, Godoy Cruz está mejor parado que muchos equipos.
¿Cómo sería el nuevo torneo de Primera? Como ya se ventiló, con torneos cortos (Apertura y Clausura), con 25 partidos todos contra todos y terminar la temporada con otro certamen de zonas, para que a mediados de 2021 hayan 4 descensos mediante promedio y llegar a los 22 clubes, lo que quiere la televisión, y también la Conmebol, que pretende que Argentina se salga del molde europeo y que busque alternativas para comenzar sus torneos a principios de años, para no ir a contramano de la Libertadores y Sudamericana.
Dicho todo esto, habrá que esperar a las próximas horas. Por el momento todo está parado por la cuarentena decretada por el Covid-19, aunque los telefónos de los ideólogos del "nuevo-viejo" fútbol argentino suenan a cada rato, ya sea con llamadas o mensajes vía WhatsApp. Entonces, no queda otra que aguardar por eso que se cocina a fuego lento, que puede ser bueno para muchos, aunque claro está, la dirigencia deberá estar muy atenta en cada punto porque no se pueden seguir cometiendo errores, porque ya los hubo y muchos. Solamente cabe retrotraer el comienzo de la temporada, en julio de 2019, cuando se suprimió un descenso. Iban haber cuatro para volver a ser 22 equipos en Primera, pero tiempo después terminaron siendo tres. Hace dos semanas se revivió la Promoción con el objetivo de continuar con un torneo de 24 clubes y así poder repartir partidos -a pedir de la Casa Rosada- con la TV Pública, pero también se dio marcha atrás con esa chance. Ergo, el borrón y cuenta nueva no debe ser para el beneficio de los grandes, sino del fútbol argentino en general.