El Tomba se debate en varios frentes. Tiene objetivos inmediatos muy importantes, pero también piensa en el futuro más lejano.
Desde lo futbolístico, el elenco de la Bodega afronta el enorme desafío de buscar el pasaporte a la Liguilla Pre Sudamericana, aunque por afuera ya los dirigentes comenzaron con el diseño de la temporada 2016. ¿Y cuál es la misión ineludible para el año que viene? Contar con Jorge Almirón sentado en el banco de suplentes.
Mientras el Gato Oldrá buscará en las dos últimas fechas agigantar el sueño de volver a una copa internacional, el presidente José Mansur se encuentra en plena negociación con el ex técnico de Independiente de Avellaneda e imagina el equipo para lo que viene.
El punto inicial será lograr el sí del Negro, en lo que sería su regreso a la institución luego de una buena campaña en el 2014 donde logró salvar al equipo del descenso.
Una vez concretada la firma del adiestrador- el titular de la entidad es optimista en cerrar el acuerdo-, la mente está puesta en armar un plantel competitivo que sea protagonista en el campeonato. Esta es una de las "exigencias" de Almirón para aceptar la oferta y salir al ruedo en la provincia.
Más allá de que está cerca de ingresar a la Liguilla, la campaña del Expreso no ha sido buena y necesita recuperar la memoria y la identidad que lo distinguió durante mucho tiempo en Primera División.
Si finalmente Almirón se sube al barco, una de las decisiones principales es mantener la base del grupo con los hombres de mejor rendimiento, y luego apostar a refuerzos de jerarquía tratando de comandar un conjunto con pretensiones serias. En este punto será clave lo que ocurra con Jaime Ayoví y Leandro Fernández, quienes pertenecen al club pero nadie puede ratificar que van a seguir con la camiseta tombina.
La buena noticia es que algunos futbolistas jóvenes han logrado continuidad y pueden ser fundamentales en la nueva estructura. ¿Nombres? Zuqui, Rey, Angileri, Díaz y Garro.
Y sí. Todo está por verse en este Godoy Cruz…