Lo que trae el viento

Hoy a las 21, en la Nave Cultural, varios músicos y poetas presentarán “Vendaval”, una forma tanguera de ver al mundo.

Lo que trae el viento
Lo que trae el viento

El tango es muchas cosas. Cosas que tienen que ver con la memoria, con la nostalgia de lo que ya no está, es el agite de la calle que no para, es el lamento por lo que no hay, la madre que se nos fue, la percanta que nos amuró, el puerto que saluda y expulsa, los adoquines, el barrio, los márgenes. Sí: el tango es muchas cosas y, especialmente, poesía.

Bajo esta concepción es que un grupo de artistas mendocinos, que bien conocen el género, se reunió para cranear un espectáculo que tuviese en su seno todos esos tópicos humanos y todos aquellos otros que el espectador quiera en esa atmósfera colocar.

Así surgió "Vendaval" un recital de poesía y tango propuesto por el poeta Martín Echeverría, el cantor Ricardo Riquero, el pianista Quique Nomberto y dos inmensos músicos invitados: Fede Chavero (guitarra) y Gonzalo Thomé (bandoneón).

"Vendaval" está compuesto en su estructura por un repertorio de tangos que surgió de una curada selección de tangos, canciones y poemas.

"Además de algunas reflexiones sobre cierta manera 'tanguística' de ver el mundo frente al vendaval que nos atraviesan", dicen los artistas.

Riquero es quien se dio a la tarea de elegir los tangos. Y los extrajo de su tránsito por el género (editó un disco, "Desamores") donde hay algunas perlas no tan transitadas (como "Balada para mi muerte" de Horacio Ferrer y Astor Piazzolla) y otros clásicos imperecederos como "Sur", "Garúa", "Nada", "Grisel".

La palabra, en tanto, también fue selección. Allí estuvo la mano del poeta Martín Echeverría, que aportará sus poemas (unos inéditos y otros que forman parte de los tres libros que ya ha publicado).

El piano sonará al compás del experto Nomberto y serán el guitarrista maipucino Chavero y el estupendo bandoneonista Thomé los que -como invitados- pulsen sus instrumentos como armas de disuasión poética masiva.

"'Vendaval' no es un show para pasar el tiempo. En cambio, se intentará que sea un acto tangueramente poético en que el tiempo se detenga", amenazan ellos. Nosotros, los que tomemos el guante del desafío, hemos de ser los cautivados por la música y las palabras.

Las entradas tienen un costo de $ 120 y $ 100 para jubilados y estudiantes.

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