El smartphone es el dispositivo electrónico más importante de los últimos 10 años. Más de 2000 millones de usuarios en todo el mundo poseen uno de estos equipos, y acceden diariamente a algún tipo de conexión de datos, interfaz que permite la utilización de un recurso mucho más grande: Internet.
Pero el acceso a la red de redes está plagado de riesgos para la seguridad y privacidad de las personas. Muchas de estas problemáticas no son nuevas para el usuario promedio, que viene lidiando con los virus en la PC desde hace décadas.
Ahora un nuevo tipo de amenaza logra extenderse hacia el smartphone para concretar un secuestro de la información de sus datos, encerrando al usuario en su propio equipo, y negándole acceso a menos que pague. ¿Cómo nos protegemos?