En la actualidad y desde hace varios años, cuando se expresan públicamente los políticos y los sindicalistas argentinos (al igual que los líderes de las organizaciones sociales, los periodistas, los militares, jueces y eclesiásticos) se preocupan mucho más en decir "lo políticamente correcto" que en transmitir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.
En algunos países la prohibición de mentir del jefe de Estado tiene rango constitucional y fue por eso justamente que el ex presidente Bill Clinton fue casi llevado a juicio político (impeachment) que habría significado su destitución por el llamado "Caso Lewinsky".
En nuestro caso, los referentes de la sociedad argentina sin distinción del color político ni ideologías prefieren mentir descaradamente u ocultar la verdad que hacerse cargo de "algo que políticamente no paga". Un ejemplo extremo fue el mentiroso Indec del kirchnerismo.
Liberales, progresistas, desarrollistas, nacionalistas, derechistas e izquierdistas cuando hablan de la realidad nacional, "la acomodan" según su conveniencia y creencias.
Veamos dos ejemplos concretos de "verdades políticamente incorrectas":
1) "Cuba es un país muy poco serio que es un pésimo pagador de sus deudas".
Ésta es una verdad que ningún funcionario de Gobierno o representante de la oposición política argentina jamás tuvo el valor de denunciar públicamente.
En efecto, en 1973 (hace 44 años) el gobierno del presidente Héctor J. Cámpora otorgó a su par castrista cubano un préstamo concedido por la República Argentina de U$S 1.278 millones de dólares al 6% anual a pagar en 6 años.
Ese préstamo fue financiado por nuestro Banco Central para exportar vehículos y maquinaria agrícola a la isla. Fidel y Raúl Castro jamás honraron la deuda que con intereses acumulados, hoy orilla los U$S 2.500 millones.
Cuba debe al resto del mundo 30.500 millones de dólares y después de Japón, Argentina es su principal acreedor. Por eso hoy Cuba no puede importar nada a menos que pague al contado, siendo la única excepción las exportaciones venezolanas a la Isla provenientes de un país fundido y a punto de declararse oficialmente en "default".
Esto quiere decir que los Castro perjudicaron a los argentinos durante 38 años impidiendo que ese dinero que nunca devolvieron fuera invertido en rutas, autopistas, hospitales y escuelas en nuestro país.
Nadie jamás expresó una queja al respecto. La lista es muy larga para citarla toda pero digamos que Alfonsín, Menem, De la Rúa, Duhalde, Néstor y Cristina Kirchner ni Mauricio Macri hicieron jamás referencia al tema. Tampoco Nicolás Del Caño, Myriam Bregman, Néstor Pitrola, Vilma Ripoll, Elisa Carrió o Ernesto Sanz.
Más aún, en el primer lustro de los años '90 un fondo buitre ofreció 80 millones de dólares al contado a cambio de los "papelitos" cubanos que tenían ya un valor nominal superior a los 2.000 millones de dólares. Domingo Cavallo, que fue el funcionario que más se opuso a aceptar esa oferta, jamás se refirió a este tema públicamente.
Era "políticamente incorrecto hacerlo". Así son los dirigentes argentinos: cobardes e inoperantes.
Sin embargo, se sabe que Marcos Peña, jefe de Gabinete, viajaría a la isla para intentar cobrar esta deuda que lleva 44 años.
2) Islas Malvinas y el Vector Antártico argentino.
Todos los dirigentes argentinos que se han desempeñado en los últimos 50 años jamás fueron totalmente sinceros con estos dos temas. No nos dicen la verdad; sólo la que les conviene.
A principio de mes fue elegida como concejal de la Asamblea Legislativa de las Islas la señora Leona R.Vidal, nacida en Chile e hija de una ciudadana isleña y un chileno, Nelson Vidal.
La señora Vidal juntamente con los otros cuatro concejales (Robert Spink, Mark Pollard, Stacy Bragger y Barry Elsby) representan a Puerto Stanley" como ellos llaman a Puerto Argentino.
El sector rural de las islas está representado en la asamblea por el veterano Ian Hansen Teslyn Barkman y Roger Edwards. (Fuente "The Penguin News" del 10/11/2017).
Los asambleístas citados al igual que sus predecesores -en particular Mike Summers- son profundamente anti argentinos y permanentemente realizan viajes a Londres para hacer lobby ante las autoridades británicas para que el "status quo" colonial de las Islas se mantenga hasta tanto estén dadas las condiciones para declararse independientes al mejor estilo Cataluña pero con más garantías que esa aventura política española.
Respecto a la llamada “Antártida Argentina” la opinión pública de nuestro país jamás fue debidamente informada que, como tal, no existe. Es cierto sí, que somos parte del Tratado Antártico que fue firmado en 1959 y en el que participan numerosos países que reclaman derechos soberanos en la Antártida entre los que se encuentran Chile, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica pero también Rusia, Francia, EEUU, Gran Bretaña, Japón entre varios más.
Los firmantes del Tratado han creado un sistema de cooperación internacional para el desarrollo y explotación de los recursos antárticos pero ninguno de ellos reconoce derechos soberanos a los demás.
Por otra parte, los reclamos de chilenos y británicos sobre la Antártida se superponen totalmente sobre los reclamados por la Argentina, con lo cual todo indica que este "Club Antártico" tiene un presente y un futuro que será muy diferente a lo que se entiende ejercicio de soberanía exclusiva en esos territorios.
Esto tampoco fue jamás mencionado de forma pública e indubitable por nuestros dirigentes políticos, sindicales, empresarios, sociales, religiosos, intelectuales ni académicos.
Todo lo dicho demuestra reiteradamente que lo políticamente correcto suele ser en la Argentina, casi siempre, ocultamientos de la verdad y, en los menos, falsedades desvergonzadamente expresadas públicamente.