Lo pararon en un control de ruta y se mató de un balazo

Un joven de 20 años se ultimó de un tiro en la cabeza después de que gendarmes lo hicieran detener en un control caminero. Fue en la ruta 7, frente a la destilería de Luján.

Lo pararon en un control de ruta y se mató de un balazo
Lo pararon en un control de ruta y se mató de un balazo

En medio de un extraño episodio ocurrido ayer por la siesta a metros de la destilería de Luján de Cuyo, un joven se disparó mientras dos gendarmes requisaban el auto que conducía. Una incógnita es qué hacía ese joven en ese lugar ya que es oriundo de San Luis.

El hecho ocurrió poco después de las 16, sobre el kilómetro 1060 de la ruta 7, en la mano que va hacia el oeste.

Andrés García, un joven de 20 años, iba al mando de un Peugeot 504 de color verde cuando vio que dos gendarmes le hicieron señas para que detuviera el auto. El chofer -único pasajero del vehículo- se estacionó en la banquina y bajó el vidrio.

"Es un control vehicular. Por favor, los papeles del auto", pidió uno de los efectivos. Tras eso, el oficial dio otra orden: "Baje y abra el baúl que queremos ver qué lleva".

En la caja estaba el tubo de gas junto con algunos bidones vacíos, una rueda de auxilio y otros trastos.

"Ahora abra la puerta de atrás", le pidieron los gendarmes al joven una vez que terminaron de revisar el baúl. Entonces, García volvió tras sus pasos hacia el auto, fue hacia la puerta trasera izquierda, sacó una carabina que llevaba en el asiento y gritó: "Mirá lo que tengo para vos" mientras tiraba un tiro al aire.

Conmoción

"Nosotros corrimos; uno hacia el este y el otro hacia ese descampado", le indicó un gendarme al fiscal especial Santiago Garay, mientras señalaba en dirección al terreno inculto ubicado al norte de la ruta.

Ayer aún no estaba claro para los pesquisas si García accionó una segunda vez la carabina o si hubo un solo disparo con el que se hirió.

Lo cierto es que el joven quedó tendido en el asiento trasero, sin heridas visibles; sin embargo, para cuando llegó la ambulancia los médicos constataron que ya estaba muerto.

Más tarde las pericias confirmaron que el disparo lo lesionó en la cabeza y que no produjo una herida de consideración ya que la carabina es de un calibre pequeño.

"Justo en ese momento pasaba un móvil de la Penitenciaría, así que le hicimos señas para que se detuviera a ayudarnos", siguió el relato ante el fiscal uno de los gendarmes.

"Ese vehículo llevaba un preso a San Rafael, pero los penitenciarios se bajaron y los ayudaron. El que hayan pedido ayuda es un indicador de que los gendarmes no tenían nada para esconder y que las cosas sucedieron como ellos las cuentan", especuló un investigador.

Como por el momento todo hace pensar que se está frente a un suicidio, el caso no quedó en la fiscalía especial sino que será investigado por la Oficina Fiscal 10 de Luján.

Tras el hecho, Policía Científica peritó el auto pero no se encontró nada extraño que explicara por qué el joven tomó la decisión de quitarse la vida.

Una incógnita que aún no han podido resolver los pesquisas es qué hacía García en ese lugar. "Él vivía en San Luis pero su abuela en la Ciudad de Mendoza", comentó un comisario e indicó que no están al tanto de si su familia sabía o no que García estaba en la provincia.

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