En lo profundo y negro del mar, justo al lado de un coral que brilla en rojo y azul sus minutos y sus días, habita un dios feral. Aburrido de parecerse a lo imposible, un día decide transformarse en un pequeño pez amarillo y recorre todas las aguas con animosa felicidad. Encuentra al mar su mejor creación y sale airoso de su aventura.
Otro día, un lunes, decide ser una mariposa azul y en el vértigo de volar encuentra que ésta, también es su mejor creación. Otro día, un ciervo escapando de las fauces de un lobo; otro, una extraña criatura desconocida que sólo habita en la Luna. Un miércoles de junio decidió ser hormiga rebelde y persuadió al resto de sus camaradas en matar a la reina y tomar el poder.
El último día, un domingo, tuvo el profundo impulso de querer ser hombre, pero su piel era de color y fue burlado y no entendió el porqué, otro día fue mujer y fue subestimada y volvió a no entender el porqué, luego fue niño y no fue tenido en cuenta. Probó muchas combinaciones y hechicerías, pero nada cambió.
El lunes siguiente el dios apenado y algo gastado volvió a su rincón en lo hondo del mar, justo al lado del rojo coral, justo después de lo imposible.
