Las disquisiciones acerca del camino por el que Jorge Sampaoli es hoy el entrenador de la Selección nacional, las trampas que conlleva analizar su debut a partir de la simpatía o la antipatía que su llegada había generado y el hábito tan argentino de analizar el fútbol a partir de un mero indicador estético pueden conducir a un callejón sin salida.
O peor: pueden conducir a perder de vista las preguntas más básicas que deberán responder Sampaoli y su Selección.
Pueden conducir, en definitiva, al desliz de confundir lo meramente importante con lo urgente, lo tangencial con lo fundamental.
Si fuera cierto que la clasificación al Mundial de Rusia tiene estatuto de causa común, querría decir que los futboleros seríamos llamados a postergar o relativizar ciertos gustos (nombres, sistemas y, sobre todo, estilos) y acompañar el ciclo de Sampaoli con un plus de flexibilidad.
La salida de Edgardo Bauza, el "Patón", no resultó en equis momento más cantada que "Color Esperanza" porque la Selección era más o menos ofensiva, más o menos pulcra, más o menos cercana o alejada del fútbol que, dicen, "le gusta a la gente".
La salida de Bauza no la precipitó el solo hecho de que peligrara la clasificación al Mundial: la precipitó que la clasificación al Mundial pasó a peligrar a límites desmesurados porque la Selección era un equipo sin brújula ni respuestas acordes de ninguna índole.
La comunión entre Bauza y los jugadores, viceversa, era un lamentable malentendido o, lo que se perfilaba más grave aún, un imposible.
Desde luego que Sampaoli no es garantía de éxito, ningún entrenador lo sería, desde el momento que un equipo de fútbol subordinado a la complejidad de competir contra otros equipos no es reducible a la marketinera seducción de la satisfacción garantizada.
Sellado ese atenuante, el de la no garantía, es del mismo modo legítimo exigir a Sampaoli que salga cuanto antes de la etapa experimental y sea capaz de dotar al equipo de algo aproximado a eso que se da en llamar “identidad”.
Que esa identidad no esté reñida con la ductilidad y las variaciones, va de suyo: que un equipo haga siempre lo mismo, en todas las canchas, en todo momento, llueva o truene, es una mezcla de excepción, malentendido, falacia, fantasía y, y por qué no, delirio.
Más o menos romántico, más o menos bielsista, más o menos moderno, más o menos lo que fuere, en realidad los desafíos de Sampaoli (que hubieran sido los mismos de Menotti, o Bilardo, o Bianchi, sigan firmas) se cuentan con los dedos de una mano y son de añeja data: formar un grupo que no engrupa ni se engrupa, disminuir la renta per cápita del ego de las estrellas que ya sabemos, administrar el punto de cocción de los recién llegados y lanzar al ruedo a un equipo solidario, fluido y advertido de lo saludable de ocuparse del arco de acá y del arco de allá.
Y lo último, que de puro indispensable a la vez es lo primero: un equipo al que no le dé lo mismo ganar que empatar o perder, un equipo frío en la sesera y caliente en el cuore.
José Luis gómez se lesionó y deberá ser operado
El defensor José Luis Gómez sufrió la rotura del menisco externo de la pierna izquierda y fue desafectado del plantel del seleccionado argentino de fútbol, que se prepara para enfrentar este martes a Singapur con un esquema súper ofensivo, según lo que probó el entrenador Jorge Sampaoli, en el ensayo futbolístico.
Gómez fue titular en el duelo del último viernes contra Brasil y se lesionó durante el primer entrenamiento que el plantel hizo en Singapur.
De esta manera, el lateral de Lanús regresará al país para ser operado y tendrá una recuperación de alrededor de 45 días, con lo cual se perderá los últimos tres partidos del campeonato y el encuentro de ida de la serie de octavos de final de Copa Libertadores de América, previsto para la primera semana de julio.
El plantel realizó un nuevo entrenamiento en Singapur y el técnico Jorge Sampaoli paró un probable equipo súper ofensivo para medirse con el seleccionado local,
Lionel Messi también fue desafectado, con lo cual quedó liberado para preparar su casamiento el 30 de este mes. También quedaron en libertad y no forman parte del plantel Nicolás Otamendi y Gonzalo Higuaín.
El partido se jugará a las 9 hora de la Argentina, 20 de Singapur, hora en que ha fijado Sampaoli de entrenamiento.
Los futbolistas que juegan en el torneo argentino volverán el miércoles para sumarse a los equipos que tendrán una seguidilla de tres partidos en una semana.
¿Y qué pasa con Mauro Icardi?. ¿Podrá jugar? Sampaoli afirmó que viene entrenándose aparte, que seguirá con el plantel pero que sólo jugará si está al 100% porque no quieren arriesgar a que se resienta. Pinta difícil lo del delantero, que fue convocado por el rosarino después de la polémica que se generó en cuanto a su no llamado en etapas anteriores.
Claudio Tapia - Presidente de AFA: "Estábamos adormecidos y sin identidad"
"Como dirigentes necesitábamos un entrenador como Sampaoli, y los jugadores necesitaban a alguien como él, con su carácter. En la cancha se vio una Selección que no lució tanto en el juego colectivo, pero sí tuvo personalidad. Sin dudas, con él es un antes y un después. Tiene mucha llegada y puede generar un click en los jugadores. Trajimos a un técnico que nos va a sacar de la situación en la que estábamos, porque estábamos adormecidos y no teníamos identidad de juego. Los jugadores están buscando el momento para volver a hablar con los medios de comunicación. La veda tenemos que respetarla, hay que ponerse del lado de ellos; todos queremos lo mejor para el fútbol argentino y la Selección”.