Una frase desafortunada de Mariano Echeverría había calentado la previa. El defensor de Boca había declarado que “sería una catástrofe quedar eliminado con Deportivo Capiatá”, y los jugadores del equipo paraguayo se ofendieron. “A quién te comiste, p...”, le respondió Julio César Irrazábal a través de Twitter. Y en la Bombonera, por la ida de los octavos de final, el partido empezó tenso.
Arruabarrena apostó por tres delanteros: Martínez, Calleri y Chávez, para presionar arriba y atacar sin cesar a un equipo con casi nula historia en torneos internacionales y, a priori, inferior. Pero en los primeros 20’ Boca no encontró los caminos al arco de Franco. Recién a los 21’, tras una pelota parada, Martínez estuvo cerca del gol. Pero el local trasladaba mucho, generaba poco y no podía romper el esquema defensivo que pensó Marecos.
La única arma ofensiva del equipo paraguayo era Escobar, que intentaba aguantar la pelota arriba y esperar a sus compañeros lanzados en ataque para generar una contra. Boca inquietó con los remates desde afuera del área, primero Chávez y después Colazo, pero no pudo con la seguridad del “1” visitante.
Sobre el cierre del PT, llegó el golpe que silenció a una Bombonera repleta. Capiatá consiguió un córner desde la derecha, el centro cayó en el primer palo, la peinaron y Magallán le desvió involuntariamente para el 1-0.
En el complemento, Boca, confundido, tuvo varias chances pero como a lo largo de toda la noche no pudo con la seguridad de Franco. Y Capiatá pudo liquidarlo de contra, pero no se animó. Así las cosas, el local se quedó con “La Boca” abierta y deberá ganar por dos goles en Paraguay para seguir.