Está señalado como uno de los autores del crimen de un carpintero cometido hace dos años durante un asalto en Guaymallén. Tiene pedido de captura y las pruebas lo complican, pero elige ser un prófugo. Lejos de pasar desapercibido para mantenerse en la clandestinidad, su abogado agota los recursos en la Justicia para asegurarle la libertad, propósito que por ahora no podrá cumplir. Se trata de Diego Norberto Vildoza, acusado de un homicidio e intensamente buscado por la Policía.
Este hombre de 42 años es uno de los sospechosos de asesinar a Juan Carlos Moya (62) el 4 de noviembre de 2017 en Villa Nueva, Guaymallén. La víctima se encontraba durmiendo la siesta en su casa de calle Gutenberg al 900, cuando tres sujetos llegaron con la excusa de pedirle un presupuesto por sus labores de carpintería.
Los falsos clientes fueron recibidos por el hijo de Moya y, mientras su padre se levantaba, se encontró con los ladrones armados en su habitación.
Los delincuentes tenían el dato de que el carpintero había cobrado 20.000 pesos por un trabajo reciente y, ni bien lo vieron, le pidieron esa suma. El hombre se resistió al asalto y agarró un machete para defenderse, pero en ese intento recibió un disparo en una pierna y otro en el pecho, que fue fulminante.
La pistola y el primer sospechoso
Cuando los delincuentes escapaban de la vivienda de Moya, su hijo les arrebató el arma de fuego que llevaban. Este muchacho los persiguió y hasta les disparó, aunque sin lograr herir a nadie.
La pistola calibre 9 milímetros quedó en poder de la Justicia y se transformaría en un elemento clave en la investigación. Los pesquisas comenzaron a rastrear su origen y supieron que había sido utilizada por un hombre que había baleado a otro meses antes en Guaymallén.
Esta persona fue identificada como Pedro Mercado, quien quedaría detenido por el homicidio. Sus características físicas coincidían con los autores del crimen. Sin embargo, el hijo del carpintero fue a una rueda de reconocimiento y no lo señaló.
Ante esto, el acusado quedó en libertad por un tiempo pero, por la declaración de algunos vecinos de la víctima, volvería a quedar preso. En ese momento Mercado se quebró y decidió declarar, detallando cómo había llegado a sus manos el arma.
El por entonces imputado reconoció haber baleado a una persona y aseguró que, tras eso, le entregó la pistola a tres hombres. Ellos son Diego Vildoza, Francisco Agüero y Lucas Villanueva, a quienes los detectives vincularon a través de escuchas telefónicas. Detenido, liberado y prófugo
Los nuevos acusados fueron rápidamente arrestados, aunque Vildoza estaría poco tiempo en prisión. En una audiencia logró la libertad presentando la coartada de que el día del asesinato no se había movido de su casa del barrio Urundel de Godoy Cruz, por el festejo de cumpleaños de su hijo.
Mientras Villanueva y Agüero estaban con prisión preventiva, el fiscal Gustavo Pirrello encontró más pruebas para implicar a Vildoza y solicitó otra vez su detención. Pero esta vez el arresto nunca se concretó y desde principios de año está prófugo.
Para dar con su paradero la Justicia ofrece 200.000 pesos a quien aporte datos certeros sobre él y, en paralelo, su abogado busca que se mantenga libre. El letrado Matías Aramayo ya apeló dos veces la orden de captura y en las dos oportunidades se la rechazaron. En primera instancia el juez Marcos Pereira y en la segunda, hace días, su par Ramiro Salinas.
El sospechoso por ahora sigue libre pero con pedido de captura nacional y el aviso en Migraciones para que no pueda dejar el país. Una vez atrapado será llevado a juicio junto a sus presuntos cómplices, arriesgando prisión perpetua por el delito de homicidio críminis causa. El primer involucrado, Mercado, quedó sobreseído en la causa.
Antecedentes
No es la primera vez que Vildoza tiene roces con la Justicia. Años antes había sido investigado por otros asaltos, un secuestro extorsivo y estafas en la compra-venta de autos.
Además, se lo vinculaba con Diego Stuto, una persona que también tenía denuncias penales y que fue sindicado como un informante de Daniel Carniello, por entonces fiscal de Delitos Complejos.