Lluvias torrenciales provocaron un alud de lodo en un pueblo de Indonesia, que barrió decenas de viviendas matando a al menos a 18 personas y dejando otros 90 desaparecidos.
Unas 105 casas fueron arrolladas por el deslave en Banjarnegara, Java Central.
El barro, el terreno escarpado y el mal tiempo, dificultan las tareas de rescate.