"Estoy triste", así la vicegobernadora Laura Montero explicó cómo se siente luego de que este martes, en sesión secreta, los senadores aprobaran el pliego enviado por el gobernador Alfredo Cornejo para convertir en juez a Mauricio Juan.
La postulación del abogado fue rechazada por la propia Montero, quien pidió públicamente al gobernador que retirara la propuesta, tras la sentencia que Juan firmó junto a otros dos jueces, en la que condenó al asesino de Julieta González por homicidio simple, desacreditando el pedido de femicidio que hizo la Fiscalía.
Montero con lágrimas en los ojos y el llanto contenido (que pudo concretar en su despacho, abrazada a su madre) se mostró indignada por el resultado de 21 votos a favor y 18 en contra. Sus palabras ante la prensa estuvieron cargadas de tanta sensibilidad que despertó el aplauso de las senadoras Patricia Fadel y Fernanda Lacoste (PJ) e hizo llorar a algunos de sus colaboradores.
Además, cuestionó el reglamento del Senado que marca que este tipo de votaciones deba hacerse en sesión secreta. "Lo tenemos que rever. Lo dije siempre. Como senadora cada vez que emití un voto era claro y a viva voz, y era público. Esto de las votaciones secretas tiñen con un manto de sospecha las posiciones individuales. Uno tiene que ser responsable de sus actos", sostuvo.
"No quiero que estas votaciones secretas existan más. Voy a insisitir con la reforma de la Constitución, porque mucha gente se esconde detrás de las votaciones", agregó.
Además, explicó su postura: "Mi voto fue negativo porque soy mujer, porque voté la (ley) 26.485, porque voté la Ley de Femicidios en el Congreso, porque trabajé en las asambleas en los tres poderes del Estado para hacer una protocolización para que la Justicia entienda de una vez por todas cómo es juzgar estos casos. Cada uno tiene que hacerse responsable de su votación, yo lo hago", dijo.
Además, cuestionó al Ejecutivo por no haber accedido a su pedido público de que retiraran el pliego: "No me siento escuchada en este tipo de temas. Compuse una fórmula que era mixta. Hoy se están evaluando otro tipo de circunstancias. Son muchos los ítems que se evalúan cuando se envía un pliego. Pero yo tengo la obligación de valorar la perspectiva de género, es mi prioridad, puede ser que para el Ejecutivo no, y lo está evaluando por otras circunstancias".
Montero explicó por qué rechaza el fallo firmado por Juan junto a los jueces Cousirrat y Ratto, que condenaron a Andrés Di Césare a 18 años de prisión: "La sentencia tiene otro valor pedagógico para la Justicia, sobre todo en este momento... Yo estaba a cargo del Ejecutivo cuando se cometieron los cinco femicidios en un mes. Con el doctor Gullé (Alejandro, procurador General de la Corte) fuimos a la Corte y los mismos miembros de la Corte reconocieron que faltaba perspectiva de género", agregó.
"Esto toca mis fibras más íntimas porque me acuerdo de ese mes tan trágico. Todos los días nos enteramos de un femicidio. Esto es un cambio cultural que hay que operarlo a fondo desde el fondo. Hay que aceptar la libertad de la mujer en todas sus formas de expresión. Somos sujetas de derecho, simplemente tenemos que apelar a la dignidad humana. Ese fallo que pone en una situación de juzgar a una mujer por el uso de su cuerpo o de su libertad es hiriente en esta etapa, porque no se lo hace con los hombres. Se hiere nuestra libertad y nuestra integridad y eso no puede ser", agregó.