La dueña de un pequeño caniche denunció a una peluquera de perros que le habría mutilado la lengua al animalito, mientras le cortaba el pelo.
El 27 de febrero, Jackeline Araya le dijo a su sobrino que llevara a Simba, un pequeño caniche blanco, a una peluquería canina ubicada en la calle Lemos y 25 de Mayo de Tupungato.
La mujer quería dejarlo "perfecto" porque al día siguiente le iban a festejar su cumpleaños. Con sus cuatro hijos habían organizado una gran fiesta, con asado, torta y souvenirs, para "el bebé de la familia".
"Somos perreros. En mi familia tenemos 6 perros y cuando vemos alguno abandonado, lo traemos y lo cuidamos y le buscamos un hogar", contó a Los Andes la mujer.
Sangre en la boca
El sobrino de Jackeline, un chico de 14 años, dejó a Simba a las 18.30, como había acordado con la peluquera para que lo bañaran y le recortaran el pelo, con sumo cuidado ya que el animalito tiene algunos tumores en la piel por su edad.
La dueña se fue a trabajar como todos los días y como la peluquera no se lo entregaba, comenzó a enviarle mensajes que no eran respondidos.
Cerca de las 23, la peluquera les avisó que podían ir a retirar al pequeño caniche.
Entonces la dueña envió a su sobrino a buscarlo con 450 pesos que le entregó a la peluquera, tal como habían pactado.
Extrañamente, el animalito tenía el hociquito cubierto con servilletas de papel. Según contó la dueña: la mujer le dijo: "el perrito se rasguñó la boca o se mordió y le salió sangre".
El chico llevó al can hasta su casa y allí vieron que estaba mareado y se caía. "Mi hija ve que tiene sangre en la boca, se la abre y ve que tiene la lengua mutilada. Se volvió loca, me llamó y fuimos al veterinario ahí mismo", cuenta, al borde de las lágrimas, la dueña.
El especialista les dijo que "parecía un corte con tijera, que había que esperar que cicatrizara y que no le podía entrar en la cabeza qué la había pasado".
La explicación que da la dueña es la siguiente: "Para mí que le pusieron anestesia, se le salió la lengua cuando estaba dormido y ahí le cortaron con una tijera o una máquina".
Los dueños de Simba fueron esa misma noche a la comisaría 20 de Tupungato y denunciaron el caso en la oficina fiscal. "El ayudante fiscal nos dijo que parecía una mutilación y la ley sarmiento ampara estos casos de maltrato animal. Nosotros hemos contactado al abogado Oscar Mellado para que nos represente", contó la mujer.
Actualmente el animalito está recuperándose. "Está deprimido, asustado. Es viejito. Ayer se levantó un poco. Le damos papilla y con una jeringa, agua".