Algunas de las últimas aves que albergaba el zoológico de San Rafael fueron trasladadas hacia una reserva donde recibirán atención de profesionales especializados en aves rapaces. Así, va llegando a su última etapa el cierre del zoo de la ciudad sureña, que se inició hace tres años porque los animales corrían el riesgo de ser robados, o ya no contaban con el suficiente cuidado.
De esta manera desde la Asociación Cultura Animal, Josefina Mazzini explicó que se trasladaron dos águilas -un águila mora y un águila coronada que es una especie en extinción- además de varios aguiluchos. Las aves fueron alojadas en un refugio ubicado en el departamento de San Carlos, que posee la Fundación Cullunche, quien colaboró en el traslado de los animales.
“El viaje de las aves fue exitoso y sin ningún inconveniente”, comentaron desde la asociación. Una vez en San Carlos fueron ubicadas en un recinto de la Fundación Cullunche, institución con la que se trabaja desde el inicio del proceso de reubicación de los animales hasta lograr el cierre del zoológico.
Las aves van a recibir los cuidados necesarios por personas especializadas en el tratamiento de aves rapaces, argumentaron. “Se les hará una evaluación detallada, y aquellas que puedan vivir en absoluta libertad van a ser liberadas” cuando sea oportuno.
De esta manera, se inicia la recta final para lograr el objetivo de cerrar el zoológico sanrafaelino que fue fundado en 1961 por gestión del vecino Mario Bonandi, quien ya tenía varias especies en su propio domicilio del B° Pueblo Diamante, y luego recibió el predio en la isla del Río Diamante, ubicado en el parque Mariano Moreno para ampliarlo.
Ya fueron enviados a diferentes lugares del país más de 30 animales del zoo que durante el último tiempo ya no recibía casi visitas. Todavía permanecen allí, un puma y varios guanacos.
Al respecto, Mazzini señaló que el puma es un animal que tiene 13 años y que posiblemente, al igual que los guanacos, serían enviados a la reserva en San Carlos. Sin embargo, el puma por su edad no será liberado sino que permanecerá en el lugar al cuidado de la gente encargada de la reserva.
De lograr la ubicación de la totalidad de los animales existentes en el zoo, en mayo se produciría el cierre definitivo del lugar. Cabe recordar que la superficie total del zoo es de 7 hectáreas aunque las instalaciones ocupaban unas dos hectáreas, lo que hacía difícil la tarea de cuidadores y encargados, sobre todo al momento de evitar que intrusos se metieran y robaran animales, o simplemente hicieran daño, en especial por el fondo del mismo que limita con uno de los brazos del río Diamante. En algún momento, se empezó a cerrar con una muralla de rocas, pero sólo se hicieron unos 150 metros de pared.
Desde hace años que rondaron ideas para convertirlo en una granja educativa y hacer en el predio una huerta orgánica que formara parte del paseo. También que se realizara un salón donde se les podría pasar a los chicos videos e invitarlos con una taza de leche y una tortita, en especial a los niños de escuelas alejadas. Sin embargo, los cambios no llegaron y el Zoo que fue orgullo departamental, ya que tuvo en sus jaulas un león y hasta un tigre de bengala, fue quedándose sin animales y sufriendo el deterioro propio del paso del tiempo.
Mientras tanto, el predio ubicado en el parque Mariano Moreno, será cedido a la Federación Gaucha de San Rafael a través de un convenio con la comuna, gestión que fue anunciada hace varios meses. La Federación piensa construir allí un rodeo y un picadero para realizar destrezas criollas, además de remodelar la vivienda que perteneció a Mario Bonandi, quien fuera fundador del primer centro tradicionalista de San Rafael -el de Rodeo del Diamante- y del zoológico local que llevaba su nombre.