Un canadiense fue atrapado en la frontera con Estados Unidos cuando intentaba contrabandear 51 tortugas escondiéndolas en sus pantalones. El mes pasado un chileno intentó ingresar a Mendoza con 25 tortugas de agua ocultas en su campera.
Las autoridades estadounidenses dijeron que este aparentemente anecdótico episodio en realidad es parte de un sofisticado operativo de tráfico de tortugas.
La conspiración fue descubierta el mes pasado, pero sólo salió a la luz esta semana en documentos de un tribunal federal estadounidense, que fueron citados el viernes por el diario Toronto Globe and Mail.
De acuerdo al diario, oficiales de Canadá en la frontera arrestaron a Kai Xu cuando trataba entrar a la ciudad canadiense de Windsor (Ontario) desde la estadounidense Detroit (Michigan), y lo entregaron a las autoridades.
"Xu tenía 51 tortugas vivas pegadas con cinta a su persona", indicó el Servicio de Pesca y Vida Silvestre estadounidense en una declaración jurada citada por el Globe and Mail.
Las tortugas confiscadas eran de diversas variedades norteamericanas. Entre ellas, la de caja del este (Terrapene carolina carolina), la galápago de Florida o tortuga de orejas rojas (Trachemys scripta elegans) y las espalda de diamante (Malaclemys terrapin), que se venden hasta por 800 dólares.
Otra canadiense, Lihua Lin, fue arrestada el miércoles en el aeropuerto de Detroit con la intención de ir a Shanghai con más de 200 tortugas norteamericanas en el equipaje facturado. Xu la había llevado al aeropuerto.
Xu y Lin fueron acusados de contrabando y otros cargos relacionados y enfrentan hasta 10 años de prisión de ser hallados culpables.