Los precios de la nafta se triplicaron en los últimos cinco años. Para las compañías que despachan combustibles en el mercado local, se puede hablar del lustro “ganado” o una media década de aumentos por arriba del resto de la economía.
El primer día de enero de 2009, un litro de combustible “premium” de YPF se despachaba a un promedio de $ 3,20 en una estación de servicio de la Capital Federal. Ahora, ese mismo litro está a $ 9,99. El salto es del 312%.
Al consumidor, llenar un tanque hoy le cuesta tres veces más que en enero de 2009. Aunque hubo recomposiciones salariales de entre 18%y 25% todos los años, ni la inflación del Indec ni el costo de vida real subieron tanto como la nafta en los surtidores.
Ni siquiera pasó eso con el dólar oficial. Hace 5 años, estaba a $ 3,47 y escaló 86% en un lustro hasta llegar a $ 6,46. Sólo se triplicó a esos niveles el valor del billete estadounidense en el mercado paralelo.
Durante el kirchnerismo, las petroleras afrontaron restricciones en relación a las exportaciones. Casi todas se concentraron en el negocio local para obtener ganancias, ya que el despacho de crudo al extranjero no les dejaba márgenes atractivos por las retenciones del Gobierno.
Si se mira un poco más hacia atrás, el aumento de los precios de los combustibles siguen cruzando récords. En enero de 2008, la nafta “premium” de YPF (la empresa que posee un 55% de mercado) estaba a $ 2,20. Los importes actuales casi quintuplican esos valores.
El principal valor de referencia para los combustibles es el barril de crudo. En enero de 2009, cuando aquí el litro de nafta valía $ 3,20 (92 centavos de dólar), el precio del barril estaba en baja -por la crisis de las hipotecas de Wall Street que se extendió por el mundo- y era de U$S 60. Ahora, el barril está a U$S 94: se encareció un 56% en cinco años. Pero el traslado local a los consumidores en ese período fue del 300%.
El aumento de precios de la gestión de Miguel Galuccio (CEO de YPF) sin ningún intervención de terceros (es decir todo 2013) fue del 43%: saltó de $ 6,989 en enero de 2013 a $ 9,99 en los surtidores actuales. Si se hace la comparación con el conurbano, el incremento es del 50%, ya que la nafta (en Avellaneda, por ejemplo) está a $ 10,49.
Cuando YPF fue expropiada, los analistas de Wall Street recomendaron a la compañía subir los precios en un 40% para cumplir con las inversiones prometidas. Galuccio parece haberles hecho caso a esos bancos de inversión. Desde setiembre de 2012 a enero de 2014, subió los precios de su nafta “premium”en un 53,9%.