Tela, madera, cartón, crochet o resina. Hay una variedad de objetos divinos ideales para darle un toque tierno y original a tu decoración. Desde monocromáticas, para un estilo más serio y sobrio; alegres y divertidas, para los más pequeños; hasta multicolores que evocan al movimiento hippie-bohemio. ¿Cuántas quieres poner en tu pared? Se inicia la cacería decorativa.
PARA LOS PEQUES
Los peluches obre las paredes de los dormitorios de los niños constituyen un elemento decorativo ideal, dulce y muy atractivo. Hay cabezas salvajes blanditas para todos los gustos: elefantes, jirafas, leones, rinocerontes, cebras, ciervos o renos. A los peques les encantarán y podés combinarlos perfectamente con mobiliario blanco minimalista, en caña o en madera.
EN TELA
Los trofeos de caza también se confeccionan en este material. Lana, algodón, cretona, tela de espiga, cuadros de vichy y escoceses componen el amplio abanico genérico de fabricación que ofrecen las cabezas decorativas tanto de animales salvajes, como domésticos. Un bulldog francés, un gran danés o un ciervo se ajustan a las paredes de los salones más tradicionales o los de estilo industrial.
EN RESINA
Los amigos de los animales y de la naturaleza también pueden hallar simulaciones de trofeos de caza en resina. Tienen un estilo muy romántico y hogareño. Hay cabezas de ciervo con estampados fantasía. Una vuelta de tuerca con un toque muy trendy.
EN YESO
Con sus grandes y bellas astadas, ciervos, renos y alces, en su versión más artística y respetuosa, pueden hacer resurgir un salón o convertirse en protagonistas de escritorios y lugares de trabajo. Las cabezas de yeso, elaboradas en un pulcro y limpio blanco, se adaptan perfectamente a todo tipo de paredes: de colores, lisas o ya decoradas.
DE MADERA Y CARTÓN
Hechas de materiales como la madera o el cartón blanco, en color o, simplemente, en craft reciclado, son una opción material decorativa muy interesante y actual. Las blancas, sobre todo, admiten infinidad de variedades: podés mantenerla original o personalizarla; bien pintándola, forrándola de papel o decorándola con la famosa cinta japonesa tan de moda: el washi tape.
AL CROCHET
La moda del tejido crochet es imparable y ahora llega a las cabezas de venado. El ganchillo también nos dibuja un paisaje campestre en las paredes de nuestra casa. Son lo último de lo último. Rinocerontes, alces, ciervos y hasta gatos, pueden alegrar una pared anodina y fría. Hoy nuestra querida abuela estará de contenta y seguro que sus manos prodigiosas no van a parar hasta transformar alguno de sus anticuados ovillos en una de estas hermosas cabezas.