El calor agobiante de las últimas horas, la baja en las reservas de las plantas potabilizadoras del área norte y el imprescindible consumo que hace la población del agua entraron en colisión en diversas zonas del Gran Mendoza, y muchos vecinos carecieron de agua en sus domicilios.
Esta situación de privación de algo tan elemental como es el agua se vio plasmado en múltiples reclamos telefónicos que los usuarios hicieron a la empresa proveedora, Aguas Mendocinas (Aysam), y también al Ente Provincial del Agua y Saneamiento (Epas).
El presidente de Aysam, Guillermo Amstutz, reconoció las limitaciones y explicó por qué la población atraviesa la actual situación, que se circunscribe para quienes se surten de los caudales de los ríos Blanco y Mendoza.
También prometió que la problemática disminuirá al máximo cuando se termine la ampliación de la planta potabilizadora de Benegas, obra prevista para antes de la primavera de 2015.
Cortes y tanques vacíos
Comprensión y consumos responsables es lo que está pidiendo el prestador del servicio. Pero, la situación se vive con mucho malestar en diversos hogares, donde se observa el paso del tiempo y la reiteración de los inconvenientes.
Los Andes recorrió una franja de barrios de Guaymallén, en el distrito Dorrego, y escuchó declaraciones similares, siempre de disgusto. "Desde el martes pasado tengo muy baja presión y cortes totales de agua.
Por este motivo, ese mismo martes por la noche me quedé sin agua en toda la casa, aunque el miércoles por la mañana el tanque se recuperó y volví a tener. La situación de baja presión continuó todas las jornadas hasta que el sábado volvió a ocurrir lo mismo: corte total por la tarde y tanque vacío por la noche.
Sólo que esta vez la presión insuficiente hizo que el depósito no se recuperara y desde el domingo la limitación del líquido fue muy importante", contó Roxana, con hogar en Alto Dorrego.
En otro extremo de la avenida Dorrego, en el barrio Bancario "6 de Noviembre", sobre calle Palmira al 400, Sandra Liberal, se queja porque "hace muchos años padecemos la baja presión.
En casa hay una niña, menor, y mi papá de 82 años que sufre diabetes, y para quien por los cuidados que tenemos que brindarle, el agua es imprescindible y debemos contar con ella siempre. En la madrugada había un hilo de líquido en las canillas, pero a las 7, se cortó".
El vicepresidente de la unión vecinal del "6 de Noviembre", Marcos Ubeda, confirmó lo que todos afirman: "hay un menor suministro, pero no se llega a cortar del todo, salvo el caso puntual de una rotura. Aguardamos que las autoridades encuentren respuestas, de otro modo prevemos un verano muy difícil".
En el barrio Universitario, Elizabeth Gold, relata su experiencia. "A partir de las 18, el viernes, sábado y domingo pasados, se cortó la dotación y entonces cada uno depende de la reserva que haya podido acumular.
Algunos podemos superar la situación porque somos mayores, pero hay gente con niños o personas muy grandes". Gloria García, presidenta de la biblioteca Daniel Talquenca, señaló que había estado recibiendo "un abastecimiento mínimo, pero hace 3 días no tenemos casi nada".
Muchos de los sectores que fueron recorridos por este diario en la mañana de ayer, mejoraron su posición por la tarde, pero nadie podía asegurar que ese sería el panorama final de las jornadas y que las interrupciones no volverían.
También se reportaron novedades, siempre adversas, en el suministro en diversas zonas del departamento Las Heras y en algunos puntos de la Sexta Sección de Capital (sector noroeste).
Se informó que el departamento norteño se abastece a través de una reserva compensadora que está en el barrio Cano, y ese equipamiento ha trabajado en los últimos días al 10% de su capacidad operativa, con riesgo de quedarse sin agua.
