Emma Moronsini, la mujer italiana de 91 años que caminó desde la provincia de Tucumán para pedir por los jóvenes y la paz mundial, llegó ayer a la basílica de la Virgen de Luján tras recorrer a pie más de 1.200 kilómetros en cumplimiento de una promesa.
La "abuela peregrina" ingresó a las 9.15 en el santuario en honor de la Patrona de los argentinos en medio de aplausos, vivas y expresiones de afecto de miles de personas que se acercaron para recibirla.
"Estoy feliz. Llegué, aquí estoy, he podido cumplir la promesa", dijo.
Minutos antes en la plaza Belgrano, frente al templo, el sacerdote Daniel Blanchoud le dio la bienvenida y le acercó una imagen de la Virgen de Luján, que la anciana besó inclinando su cuerpo frágil y desgarbado.
Blanchoud, rector de la basílica, presidió luego una misa en su honor en el interior del templo.
En tanto, el Concejo Deliberante del municipio de Luján nombró a Moronsini "ciudadana ilustre", en reconocimiento por su esfuerzo. La mujer vive en Castiglione delle Stiviere, en el norte de Italia, no tiene familia y ya realizó caminatas similares por Polonia, Israel, México y Brasil.
Moronsini explicó que decidió venir a la Argentina tras enterarse de que el papa Francisco tiene una devoción especial por Nuestra Señora de Luján, Patrona de los argentinos.
Tras informar que regresará el 26 de marzo a Italia, dijo que tiene una audiencia pactada con el pontífice argentino para el 22 de abril en el Vaticano. La "abuela peregrina" inició su caminata el 27 de diciembre en la provincia de Tucumán.