Al igual que en el clásico del torneo pasado (triunfo 2-1 en el Hilario Sánchez con doblete de Leandro Fernández) la delegación llegó al estadio de San Martín divididos en cuatro combis de la policía sanjuanina. La imagen no deja de ser chocante por tratarse solamente de un partido de fútbol y no una guerra. Sin embargo, en ambas oportunidades, la medida de prevención resultó efectiva para evitar que el ómnibus de la delegación visitante resulte apedreado.
Mansur, desde la cabina
Como es habitual, el presidente de Godoy Cruz, José Mansur, llegó al estadio con la comitiva tombina.
Luego de atender la requisitoria periodística, se ubicó en la cabina que le había asignado la dirigencia del Verdinegro. El titular arribó con una sonrisa y sus palabras eran puro optimismo (“de acá nos vamos a ir con una alegría”, dijo).
Sin embargo, con el resultado consumado, su rostro de decepción lo decía todo. Se fue del estadio sin emitir declaraciones, pero con la fe y confianza en que Godoy Cruz estará en la próxima Copa Libertadores.
Un clásico en paz
El Hilario Sánchez lució un marco estupendo. Los tres costados (Norte, Este y Oeste) asignados para el público local estuvieron repletos.
Parte de la delegación de Godoy Cruz vio el partido desde la tribuna Sur, que no fue habilitada especialmente por ese motivo. El operativo de seguridad también resultó muy eficaz y no hubo ningún incidente que lamentar. Un clásico en paz.
Cuatro años después
San Martín derrotó a Godoy Cruz después de cuatro años. Su última y única victoria en Primera División había sido en el 2012, cuando el Santo derrotó al Bodeguero por 1 a 0 con un gol de Marcelo Carrusca. Ayer, luego de tres victorias del Tomba y un empate, el elenco de Concepción cantó victoria. Y le arruinó la fiesta a su eterno rival.
Una caravana al regreso
Si bien fue mucho menos numerosa que en la partida, cuando miles de hinchas acompañaron en la tarde del sábado la salida de la delegación tombina hasta el límite interprovincial, anoche varios hinchas llegaron hasta Jocolí para hacerle el aguante al micro cuando reingresó a la provincia.
Varios automóviles, camionetas y otros vehículos pequeños, de mucha gente que había estado en el Gambarte, se sumó a esta espontánea convocatoria.