La violencia infantil, la fragilidad de los niños en la guerra y la falta de empatía humana frente a situaciones cotidianas donde son las primeras víctimas de una sociedad desigual; son temas que le preocupan y mucho a la actriz y titiritera mexicana Sofía Giles.
Un tema tan sensible como la violencia infantil es el cimiento de su obra Las tejedoras, el unipersonal para jóvenes y adultos con el que debuta en Mendoza y presenta en el marco del Festival de Teatro Por la Memoria.
Las tejedoras de historias
Oriunda de León (Guanajuato), una ciudad del centro de México conocida por su oferta cultural, Sofía Giles pertenece ya a la segunda generación de actores de su familia y conocida en la escena como titiritera. Hace dos años se sumergió en el teatro para adultos con Las tejedoras, obra que escribe y protagoniza.
“Mi obra surge por la necesidad de comunicar la fragilidad de la niñez. Expresar al público el tema de la violencia infantil. Los niños que están pidiendo en la calle, por ejemplo, no es algo normal, sino que es violencia, aunque para los ojos de la gente parezca algo normal la pobreza y la desigualdad”, cuenta la actriz mexicana, quien a través del actor mendocino Juan Comotti concretó su actuación en el encuentro que comenzó el miércoles y se extenderá durante un mes.
Una fábrica textil es el marco en el que tres personajes desarrollan la historia de Las tejedoras.
La mexicana Sofía Giles quiere transmitir con su obra la alarma que representa ver a niños pedir comida por la calle, una situación espantosa que parece haberse naturalizado.
Aquí, tres generaciones de mujeres: abuela, madre e hija, representan la sensación de estar situadas dentro de una fábrica textil, donde están escondidos una gran cantidad de niños que son alimentados por la abuela, con provisiones obtenidas a través del hilado que elabora la madre y donde ella misma fabrica uniformes y otras prendas para los soldados, de los cuales también se esconden y ocultan para proteger a los niños.
“Tomé el tema de los niños en la guerra, porque es una situación aberrante que sigue ocurriendo. La matanza de niños en Uganda y los niños quedan en el medio, como en Siria. O las cuarenta niñas que se murieron en un internado en Guatemala, un caso al que también hago mención. Y qué mejor que llevarlo a la escena para hacerlo consciente al público, para transmitir la alarma de que no es normal ver a un niño que pide comida en la calle”.
En este unipersonal, Giles se sirve de la utilería y el teatro objeto para recrear el relato. Con la narración interpela al público a través de tres personajes que entrelazan acontecimientos verídicos y así concentrarse en una sola guerra.
“Soy tres personajes: presente, pasado y futuro. Soy la madre, la abuela y Paula, que es la narradora. Ella va contando las historias y los otros personajes, la abuela por ejemplo, que cuida a los niños, que es el público. Quiero que la gente pueda vivenciar esas situaciones, remontarlos al punto que ellos se sientan como niños también, dentro de un área crítica”, cierra la titiritera.
Un encuentro con mirada femenina
La edición 2018 del Encuentro Internacional de Teatro por la Memoria tiene como lema “Mujeres de fuego, mujeres de nieve” y comprende una extensa grilla en la Enkosala Gladys Ravalle, con 28 obras de Mendoza, Santa Fe, Buenos Aires, Mar del Plata y de diferentes países como Chile, México, Brasil, Cuba y Colombia.
Este fin de semana la agenda se completa con la función de Bonita. La obra, con dramaturgia y dirección de Rubén Scattareggi, se presentará mañana sábado. Mientras, el domingo vuelve Viejas rojas, con Sonnia de Monte y Laura Lahoz.
El encuentro continúa de miércoles a domingo, en la sala de Godoy Cruz hasta el domingo 15 de abril.
Hoy: "Las Tejedoras". A las 22.
Sábado 10: "Bonita". A las 22.
Domingo 11: "Viejas Rojas". A las 21.
Lugar: Enkosala Gladys Ravalle (Almirante Brown 755, Godoy Cruz).
Entrada: $100. Reservas: 155988143.