El fiscal jefe Agustín García reconstruyó, a partir de la investigación, cómo fueron las últimas horas de Laura Cielo López, la mendocina de 18 años que fue abusada y asesinada en Neuquén.
De acuerdo con la teoría fiscal, la joven se retiró 20 minutos antes del Centro Provincial de Enseñanza Media N°8 de Plottier y se juntó con un amigo, quien declaró a los investigadores haber estado en la casa de Cielo hasta las 3 del viernes.
Luego, García detalló que hubo unas cuatro llamadas entre la joven y Alfredo Emilio Escobar (28) -el único detenido e imputado-, quien la pasó a buscar a las 3.40 y juntos fueron hasta la casa de él, ubicada en Estrada casi Juan B. Justo.
Entre las 5 y las 6 de la madrugada, Escobar golpeó a Cielito con un elemento contundente en la cabeza, además de amarrarla violentamente para agredirla sexualmente.
Tras violarla, Escobar la dejó inconsciente de un fuerte golpe en la cabeza que la llevó a agonizar entre dos y tres horas sin recibir atención médica. Una vez que mató a la chica, el sujeto la mutiló. En tanto, a las 5.52, el teléfono de Cielo se apagó y no volvió a encenderse, informó La Mañana de Neuquén.
Finalmente, el hombre arrojó el cadáver de Cielo en el río Limay, unas 40 horas después de asesinarla.
También, en el fondo de la casa de Escobar funciona un taller mecánico, donde los investigadores hallaron manchas de sangre. Una de ellas había sido lavada y fue descubierta a partir de la utilización del luminol.
"El hecho es espantoso: un abuso sexual, un homicidio brutal, una mutilación del cuerpo de la víctima para borrar rastros del delito para que no se encuentre y de ese modo tratar de lograr la impunidad", enfatizó el fiscal García y pidió seis meses de prisión preventiva para Escobar.
El hombre está imputado por el delito de homicidio doblemente calificado por haber sido perpetrado contra una mujer mediando violencia de género y para procurarse impunidad (criminis causa), en concurso real con abuso sexual con acceso carnal. Arriesga prisión perpetua.