El taxista chino convertido en magnate Liu Yiqian ha sorprendido al mundo del arte con la compra en una subasta en Nueva York de un cuadro de Modigliani por 170 millones de dólares, el segundo más caro del mundo.
“Nu couché” (“Desnudo acostado”), de 1917-1918, del italiano Amadeo Modigliani, fue adquirido por Liu el lunes tras una intensa subasta de 9 minutos en la casa de remates Christie’s.
Un portavoz de Liu dijo que la obra se exhibirá en 2017 en su museo Long Museum de Pudong, en Shanghai, para celebrar el quinto aniversario de su inauguración.
Prácticamente desconocido fuera de China, Liu, de 51 años, ha realizado varias compras de obras de arte en los últimos años para abastecer sus dos museos.
Inmensa fortuna personal
Según la revista Forbes tiene una fortuna personal de 1.380 millones de dólares, lo que lo convierte en uno de los hombres más ricos de China. Liu se enriqueció en la bolsa de Shanghai en los años 1990 y ahora dirige un conglomerado activo en distintos sectores.
El año pasado ya batió un récord en el mercado del arte al comprar un pequeño cuenco de porcelana de la dinastía Ming por 36 millones de dólares.
Luego publicó fotos en los que se le veía bebiendo té con el “cuenco del gallo” (llamado así por su decoración) desatando una gran polémica en las redes sociales.
En abril, Liu pagó otros 14,7 millones de dólares por un jarrón de 800 años de antigüedad de la dinastía Song del Sur y en marzo se quedó por 14 millones de dólares con un álbum de arte budista y caligrafía de la dinastía Ming de 600 años de antigüedad.
El millonario justificó estas compras por su patriotismo, asegurando que se trata de devolver a China los objetos que fueron robados a lo largo de los siglos.
“Es igual que los Getty, los Guggenheim y los Whitney. En Occidente, y ahora también en China, hay una larga historia de coleccionistas que quieren hacerse un nombre y marcar la historia”, dijo Clare Jacobson, autora de un libro sobre los nuevos museos chinos.
Tapiz tibetano del siglo XV
Liu Yiqian también adquirió el año pasado por 45 millones de dólares un tapiz tibetano "thangka", del siglo XV, según dijo, para repatriar el patrimonio chino, a pesar de que Tíbet reclama su independencia.
Algunas de sus adquisiciones se han visto envueltas en la polémica, como el manuscrito de la dinastía Song que compró por 8,2 millones de dólares y que, según un respetado grupo de expertos chinos, es falso.
La adquisición del Modigliani en Nueva York el lunes le ha dado a conocer en todo el mundo.
Según una portavoz del Long Museum, Hu Xiaofei, no hay riesgo de que las autoridades chinas veten el cuadro cuando se exponga en el museo a pesar de ser un desnudo. “Es arte y el deber del museo es compartir las obras de vanguardia con todo el mundo”, asegura.
Algunos expertos han criticado el eclecticismo de la colección de Liu, que va de la antigüedad hasta la modernidad e incluye obras chinas y extranjeras. Pero según Hu Xiaofei “nuestras exposiciones son muy modernas y de vanguardia”.