Lisboa impulsa el sector de la construcción con su renovación urbanística

Las grúas se destacan en el paisaje mientras cientos de obreros renuevan los edificios en la capital portuguesa

Lisboa impulsa el sector de la construcción con su renovación urbanística
Lisboa impulsa el sector de la construcción con su renovación urbanística

Decenas de grúas se alzan en el cielo de Lisboa y obreros renuevan barrios enteros de la capital portuguesa, donde el sector de la construcción renace tras años de vacas flacas.

En plena crisis, "hace ocho años, con mi colega, íbamos de casa en casa para ofrecer nuestros servicios", recuerda Roman Kurtysh, un albañil ucraniano especializado en trabajos en altura y revoque de fachadas.

Sigo sin saber cómo sobrevivimos!", dice este cuadragenario dinámico, esbozando una sonrisa mientras se acaricia una barba rala.

Tras abandonar su Ucrania natal para instalarse en Portugal a comienzos de los años 2000, encadenó varios oficios, antes de abrir su propia empresa de renovación urbana en 2009 con su compatriota Oleksandr Shulyak.

"En aquel momento, a finales de mes lográbamos un sueldo de 53 euros -unos 60 dólares- cada uno. Estábamos dispuestos a tirar la toalla", cuenta.

El cambio llegó a primeros de 2014. Tres años después de que el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea concedieran préstamos de 78.000 millones de euros a Portugal, el país comenzó a salir de la crisis. 



"A partir de entonces nuestra cartera de pedidos comenzó a llenarse", explica Oleksandr Shulyak, que dirige a un grupo de obreros que trabajan en las alturas. Ahora su empresa tiene 16 obras pendientes solamente en la capital.

Al igual que la compañía de los dos ucranianos, el sector de la construcción experimentó un crecimiento excepcional tras años de declive, debido sobre todo a la rehabilitación urbana.

Al final del primer semestre de 2017, el sector empleaba a 310.000 personas, un 8% más que en el mismo periodo del año anterior, según el instituto portugués de estadísticas (INE).

La producción del sector aumentó en un 5,9% en 2017, tras un retroceso del 52% en los últimos 19 años, según cálculos de la Federación de la Industria de la Construcción (FEPICOP).

"Durante los últimos cinco años, la rehabilitación ha sido un incentivo importante, que suponía más del 80%" de la actividad, precisa José Velez, de la oficina de asesores inmobiliarios Prime Yield.

Antes de 2013, "uno de cada tres edificios estaba vacío, vetusto o en un estado avanzado de degradación" en Lisboa, recuerda Luis Mendes, investigador del Instituto de Geografía y Gestión del Territorio en la Universidad de Lisboa.

Pero la situación está cambiando. Los andamios ocultan muchas fachadas ocres, desteñidas por el paso del tiempo, para dar lugar a edificios nuevos, reconstruidos detrás de sus frontispicios de origen.

El cambio fue posible gracias a un conjunto de decisiones administrativas como el levantamiento de la congelación de alquileres impuesta durante décadas o los "visados dorados" concedidos a ciudadanos extracomunitarios dispuestos a pagar al menos 500.000 euros para la compra de un bien inmobiliario, dice Mendes.

Las autoridades también aplicaron incentivos fiscales como la exención de impuestos locales durante cinco años para quienes compren bienes inmobiliarios para rehabilitarlos y un IVA reducido del 6% para las obras de renovación. 

Una ciudad de moda


"Ahora el país depende menos de esos programas. Ha adquirido notoriedad y Lisboa está de moda", afirma Luis Lima, el presidente de la asociación de los profesionales de la mediación inmobiliaria.

El sector de la construcción se beneficia además "de un contexto muy favorable", con un récord de 20 millones de turistas en Portugal en 2017, un crecimiento económico del 2,7% y bajas tasas de interés, asegura Rui Campos.

"En el mercado de la rehabilitación queda mucho por hacer. Hablamos de cerca de un millón de viviendas que necesitan obras en Portugal (...) para un mercado que se valora en cerca de 24.000 millones de euros", apunta.

Ese mercado se concentra sobre todo en Lisboa y Oporto, donde los precios no paran de aumentar, obligando a las clases populares a abandonar el centro de ambas ciudades.

"Existe un mercado para esa rehabilitación, ¡hay que aprovecharlo!", afirma Rafael Ascenso, gestor de la compañía de inversiones inmobiliarias Porta da Frente, especializada en viviendas de lujo.

En la capital, el barrio popular de Campo das Cebolas, que los turistas ignoraron durante años a pesar de su proximidad al casco antiguo, está renaciendo. Sus edificios viejos, gastados por el tiempo, han sido renovados, disparando los precios en la zona. Un apartamento rehabilitado con vistas al Tajo cuesta ahora más de 900.000 euros.

"Este interés de los inversores ha permitido crear una ciudad agradable y resucitar barrios que estaban abandonados. ¡Es sin duda una ocasión única!", celebra Rafael Ascenso.

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