En marzo de este año asumió como ministro de Hacienda y Finanzas en lugar de Martín Kerchner. Le tocó, junto al ex ministro, ordenar las cuentas públicas de la provincia. Pasado un año y medio de la gestión Cornejo y luego del primer cuatrimestre a cargo de los números Nieri brinda su visión sobre impuestos, déficit, coparticipación y la marcha de la economía, mientras afina los números para el presupuesto 2018.
-Usted preside el Comité de Responsabilidad Fiscal de la Nación. ¿Qué adelantos están teniendo?
-Estamos trabajando en el borrador del proyecto de ley que pretendemos se envíe en los próximos meses al Congreso. Se está trabajando en los lineamientos que se fijaron en Mendoza en marzo, básicamente se establece cuánto pueden crecer los gastos corrientes o totales.
Se establece que no pueda crecer más la planta de personal que el crecimiento vegetativo de la población, no es un límite pero al revisar lo impositivo se obligan a no aumentar la carga impositiva, no fijar hechos imponibles ni subir alícuotas, siempre dejando margen para avanzar en la equidad tributaria.
Luego se incorporan reglas de fin de mandato y el fondo anticíclico, que eso lo propusimos nosotros. Se buscan reglas claras, cumplibles, transparencia y demás cosas en las que hay que avanzar. Hay hasta mecanismos de salida, una política pública nacional le da la posiblidad de estar contemplada dentro de los parámetros de la responsabilidad fiscal. Al decir que los chicos tienen que ir a la escuela desde los 3 años, hay que hacer salas, tener más maestros y eso implica más gastos para el Estado.
-¿Qué pasa con las que cumplen?
-La constante es que las provincias deficitarias estamos en una discusión, ahora las que no tienen déficit se preguntan por qué van a firmar esto. ¿Por qué no pueden hacer un hospital nuevo y pueden ocupar más médicos si tienen los fondos?. Santa Fe tiene un índice de empleo público más bajo que la media, entonces; ¿por qué no puede tomar personal? Es dispar cada jurisdicción y complica armar una regla simple que abarque a todas, y en eso estamos trabajando.
La ley de responsabilidad fiscal nacional no es mala. La provincial es mejor pero se incumplió sistemáticamente. Siempre se sancionó una ley que permitiera sortearla. Estoy convencido que más que una ley de responsabilidad fiscal, tiene que estar la conciencia de la responsablidad fiscal. En este año y medio siempre estamos trabajando y cumpliendo, no subimos la presión impositiva, no agrandamos la planta de personal. Estamos dentro de la responsabilidad fiscal. Es una obligación trabajar así y poder hacer políticas públicas.
-¿Bajaron alícuotas en 100 actividades este año y para el 2018 qué se espera?
-El año que viene se profundizará la baja de la alícuota sobre estas 100 y se van a incorporar 100 más. En las 100 primeras fue de 0,25 y ahora se les bajará otro 0,25 más y se incorporan otras pero estamos empezando a ver cuáles serán. Por como se están desenvolviendo las cuentas públicas vamos a poder hacerlo.
-Algunos se quejan que aún con esa baja, sigue siendo alta la presión. ¿Hay posibilidad de que se baje más en algún sector en particular?
-Coincidimos en que la presión impositiva es alta, no solo provincial, la nacional y también en las tasas municipales. Pero avanzamos en otras cosas, como por ejemplo la baja de Ingresos Brutos en las cuotas de créditos hipotecarios. Identificamos un problema grave y ayudamos desde donde pudimos para que la gente pueda tener su primera vivienda y además la construcción dinamiza la economía.
Enviamos el proyecto después de haber visto que lo podíamos hacer sin complicar las cuentas públicas. Nos gustaría ir más rápido, pero tenemos obligaciones que cumplir. También está el bono fiscal para inversiones que es una medida muy interesante.
-¿Habrá algún beneficio alternativo para los que no logren ingresar al bono fiscal?
-Lo que va a suceder es que los que califiquen por inversión o generación de empleo, entre esas opciones se va a prorratear. No tendrán un certificado fiscal por toda la inversión, si era de 100% su proyecto, cuando se reparta quizás se llevan el 30%, según las variables.
-¿Qué números y objetivos van teniendo para el presupuesto 2018?
-El objetivo es la consolidación fiscal, pero no va a ser a cualquier costo. Todos los beneficios impositivos que damos retrasa el objetivo fiscal, es obvio, pero nos importa lo cualitativo, sino es complicado. En las 100 actividades que bajamos impuestos, la base imponible creció más que en las que no lo hicimos.
Avanzaremos en la eficiencia por el lado del gasto, para aumentar la inversión. Queremos dejar de generar déficit corriente, para pasar a tener ahorro corriente para después de pagar el gasto de funcionamiento; tener algo de plata para hacer obras.
-Entonces, este dejar de discutir el déficit y empezar a definir qué hacemos con el dinero que sobra indica que el presupuesto 2018 no tendrá déficit...
-Este año ya está pasando, presupuestamos 576 millones de ahorro corriente. Sigue habiendo déficit pero es mejor de lo que era, el déficit corriente del 2015 al 2016 bajó en un 56%. Ahora también bajará, creo que del total del presupuesto el 7% era déficit y pasamos a un poco más del 2% y este año va a ser menos del 1%. 576 millones sobre más de 60 mil millones de pesos de recursos. Hoy ya está equilibrado, queremos el resultado corriente azul, sin déficit, en el 2018.
-El Fondo Anticíclico dependerá de esto...
-Sí no hay recursos excedentes no se puede tenerlo, igual está suspendido por ley. Estamos dentro de la ley de responsabilidad fiscal, nada me exige tenerlo pero trabajamos para ser previsibles y nos anticipamos.
-¿Van puliendo algún porcentaje para ese gasto de capital?
-Vamos a la historia. Mendoza tuvo históricamente ahorro corriente y en los últimos 10 años se pulverizó el ahorro corriente para pasar a déficit corriente. Mendoza tuvo históricamente dos dígitos de obra pública sobre presupuesto y hemos llegado a niveles del 3 por ciento.
Este año el ritmo del gasto de capital va a ser más fuerte, todavía no tenemos el número y vuelvo sobre la calidad. Se eliminó el ahorro corriente, eso se ajustó con la obra pública y con presión impositiva. Se trasladó el financiamiento del Estado al sector privado con impuestos y finalmente deuda. Se pidió adelanto de coparticipación, descubierto bancario, no se le pagó a proveedores, nada de esto necesitaba autorización de la Legislatura.
Cuando llegamos teníamos que empezar a pagar todo esto más los sueldos y atrasos con municipios que llegaban a 5 quincenas.
-La marcha de la economía macro y las elecciones influyen. Está como todo medio parado hasta después de las elecciones en el sector privado y hay sectores que no terminan de reactivarse.
-Vamos viendo indicadores que dan la pauta que empiezan a verse algunas luces. La obra pública siempre estabiliza, el año pasado estuvo más retraída y la economía la necesitaba, pero teníamos problemas de caja y cambio de gobierno.
La obra pública va bien y vemos puntos positivos y vamos a tener que acostumbrarnos a ver una foto de la marcha de la economía un poco distinta. No se si va a estar tan liderada por el consumo como fue en los últimos años. Si está liderada por inversiones es mejor, el crecimiento es de más largo plazo.
Hay mucha discrepancia entre sectores, pero el sector que empieza a crecer no cae en el ejercicio siguiente y hay expectativas en la construcción privada por el plan nacional de viviendas por los créditos UVA. Vemos que ya se otorgan los créditos y se mueve más que la obra pública, porque la casa que se hace genera movimiento directo e indirecto. Es más dinamizador que hacer un puente que tiene más horas máquina. Vemos que va a jugar fuerte la obra privada en los próximos meses.
-En qué les falta mejorar, referido a números para llegar al superávit.
-Estamos comprando mejor, hay más confianza, hay más empresas que se registran para ser proveedoras del Estado. Cuanto más empresas se registren tenés más ofertas y transparencia en todo lo que es compra del Estado para comprar más con la misma plata. Lo que sucede es que representa menos del total del gasto. En una provincia en donde tiene tanta incidencia la planta del personal, podés corregir la mejora en la compra; está bien y es plata, pero es poco comparado con el dinero que se lleva la masa salarial.
-¿Y la discusión por coparticipación cómo viene?
-La reforma impositiva y la fiscal va muy ligada a la coparticipación. Es una ley muy compleja de modificar, requiere unanimidad, a nadie le gusta ceder nada. Nos interesaría mucho avanzar en una discusión porque somos una de las provincias más perjudicadas con el régimen actual. Las disparidades son enormes y las más beneficiadas, aún reconociendo la desigualdad, tienen que dar la discusión pero qué legislador va a aceptar que su provincia reciba menos planta y volver a su provincia.
Hemos hecho una mesa de trabajo y nos juntamos, así estamos preparados para cuando la discusión comience pero está difícil.
Niega que se esté pensando en aplicar impuesto al vino
-¿Puede aparecer un impuesto al vino en la reforma tributaria nacional?
-No se ha estado hablando a nivel de impuesto en ese detalle tan fino, como el vino, a nivel nacional, nosotros en Mendoza ya avanzamos y bajamos impuestos.
La agroindustria mejoró, hubo una corrección del tipo de cambio en el último mes que a la agroindustria le vino bien. A la agroindustria la alícuota general es del 3%, para los cumplidores es del 1%, la reducción del 0,25% que se aplicó es del 25% de la alícuota, entendemos que es un esfuerzo grande que hizo la provincia.
Perfil
Lisandro Nieri (45). Está casado y tiene dos hijos. Es licenciado en Economía, egresado de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Cuyo. Entre sus antecedentes se destaca su desempeño como funcionario en la Provincia de Mendoza, como director de empresas de la región, estructuración de operaciones de financiamiento estructurado, desarrollo de planes de negocio, start up de empresas y asesor de empresas sometidas al régimen de oferta pública en Argentina.
En su paso por la gestión pública, tuvo a su cargo, entre otras funciones, el seguimiento de los mercados internacionales de capitales y las relaciones con instituciones financieras públicas y privadas. Fue responsable de la reestructuración de la deuda provincial después de 2001.
Desde diciembre de 2015 es el administrador de la Agencia de Financiamiento para el Desarrollo de Mendoza.
En el ámbito académico, desde 2010 es profesor de Economía y de Introducción a la Economía del Transporte en el Instituto Tecnológico Universitario de la Universidad Nacional de Cuyo.
En los últimos años ha dictado módulos y participado en distintos posgrados, además de ser consultor del Banco Interamericano de Desarrollo y del Banco Mundial en Formulación Económica de Proyectos.