Lindsay Lohan (28) está en plena promoción de la obra "Speed-the-Plow", de David Mamet y como parte de las actividades debe conceder entrevistas a los medios que así lo requieran.
La actriz se ha destacado, en el último tiempo, por sus escándalos con las drogas, el alcohol y la ley pero esta vez hubo cambio que generó polémica. En una entrevista dada al diario británico The Telegraph, contó que por decisión judicial tuvo que trabajar en la morgue y que ahí tuvo que preparar la bolsa para el cadáver de Whitney Houston.
Por conducir ebria y haber violado su libertad condicional, los tribunales de California no sólo la condenaron a estar internada para rehabilitarse sino que también la sentenciaron a hacer tareas comunitarias, que consistieron en trabajar durante cuatro meses, en turnos de doce horas, en la morgue.
Lohan dice que se lo hicieron por ser famosa: "Fue una porquería, y muy inapropiado. Mucha gente podía hacer el trabajo, pero decían 'no, no lo pueden hacer. Lohan puede'. Fue diferente para mí de lo que sería para otra gente. Nadie tendría que trabajar realmente en la morgue de Los Angeles y enrollar una bolsa de cadáveres para Whitney Houston".
No queda claro si es una forma de decir o está hablando literalmente. Como fuera, la actriz dice que la lección le sirvió: "Sé que suena extraño y oscuro, pero pensé que sería mucho peor. Y pensé: algo necesita cambiar, y pienso que soy yo".
Lohan parece estar en una fase de recuperación, de acuerdo a muchas de sus frases: "Sí, cometí errores. ¿Pero quién no los cometió en la vida? Me gusta aprender a los golpes. Pero ya aprendí suficiente de esa manera, y no quiero tener que aprender de esa forma nunca más. No hay nada más en esa vida -la de los excesos- para mí".