Limpieza y cuidado de las acequias

Las primeras tormentas del verano mostraron los serios problemas que generan las acequias colapsadas por basura que arroja la población; en muchos casos, la misma que critica a las autoridades municipales por la falta de limpieza.

Limpieza y cuidado de las acequias

Llegó la época de tormentas y los problemas volvieron a producirse. Porque a los cortes de luz, a la reducción del agua potable y a la caída de árboles, se suman también los serios inconvenientes producidos por las acequias colapsadas que terminan derramando el agua en las calles y provocando incluso el anegamiento de numerosas viviendas, como han  señalado con claridad las autoridades correspondientes de las diferentes comunas.

Las acequias constituyen una de las características esenciales de Mendoza. No hay provincia en el país, a excepción de algunos sectores de San Juan, que cuente con calles arboladas, y las acequias son las que permiten dar vida a los diferentes ejemplares que las bordean.

Es más, la fama de las acequias trascendió las fronteras y, a modo de ejemplo, podemos señalar que durante el Mundial de fútbol de 1978, uno de los principales diarios de Holanda -su selección tuvo a Mendoza como sede durante la primera fase del torneo- puso en su portada que había dos cosas que llamaban la atención de los periodistas: las acequias y sus árboles y las colas en los bancos.

“No hay lugar en el mundo que tenga ese tipo de calles y no hay lugar en el mundo donde, para ingresar a un banco para realizar un trámite, haya que hacer cola”, indicaba la nota.

En la época de la colonia, las acequias, además de su destino para riego, eran utilizadas para conducir el agua destinada al consumo humano. Por ese motivo también fue generándose una verdadera cultura del cuidado y la limpieza de las mismas.

Sin embargo, esa cultura se perdió con el correr del tiempo. Hoy la gente no se preocupa, y es la acequia el destino que da al barrido de sus veredas; si la bolsa de residuos se cae o se rompe volcando su contenido en las mismas no es motivo de preocupación; sólo habría que observar el estado en que se encuentran, particularmente en las paradas de colectivos o en bares y casas de comida, donde todo tipo de residuos van a parar a ellas.

Así entonces, cuando llueve un poco más de lo habitual -situación muy común durante la temporada estival- las acequias se colapsan porque los puentes se convierten en verdaderos diques de contención.

El agua se desborda anegando las calles y el caos en el tránsito es inmediato. Valdría aclarar también que, por los trabajos que en su momento se realizaron, ya no se producen aquellos inconvenientes que durante décadas se generaron en algunas zonas de la Capital, como la Cuarta Sección.

Pero lo señalado con las acequias también debe trasladarse a los cauces de agua en las zonas rurales. Por errores de los propios habitantes o por la desidia y la falta de educación de muchos que no residen en el lugar, los costados de las rutas suelen presentar un lamentable escenario de bolsas de residuos que, por efecto de los vientos, terminan en el interior de los canales.

Aquí el problema se multiplica porque en muchos de los casos esos canales desbordados invaden calles de tierra, las que se convierten de inmediato en intransitables.

Suele ser común escuchar que la gente deslinda responsabilidades y culpa a las autoridades municipales por los problemas generados por la suciedad de las acequias.

Puede que tengan razón en algunos casos, pero en la gran mayoría de las circunstancias es la propia gente la culpable de lo que sucede. Así lo señaló un comunicado emitido desde el Gobierno en el que solicita a la población que no arroje residuos en las acequias, “porque son los que generan desbordes y agravan la situación durante y después de las tormentas”, indicó.

Frente a ese marco de situación, surge la necesidad de que los mendocinos recuperemos la cultura perdida del cuidado de las acequias. En el verano, para evitar desbordes ante las grandes tormentas y, en el resto del año para no generar un hábitat ideal para roedores y alimañas.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA