Una multitud paciente despedía ayer a Fidel Castro por segundo día consecutivo en un homenaje en La Habana, al que se sumaron líderes africanos y de la izquierda latinoamericana, mientras Europa y Estados Unidos asisten con bajo perfil.
Hijos espirituales de la Revolución cubana, los mandatarios de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Bolivia, Evo Morales, fueron los primeros en rendir tributo frente a la foto de un Fidel con barba negra, fusil al hombro y mochila de guerrillero, adornada con medallas y flores blancas.
Desde el lunes, cientos de miles de cubanos pasan por la Plaza de la Revolución en La Habana, donde está la imagen del líder que murió el viernes los 90 años y que apoyó los movimientos rebeldes en América, envió tropas a África y retó como pocos a Estados Unidos en la Guerra Fría.
Criticado con igual pasión, sobre todo por la mano dura con la que sofocó cualquier brote de disidencia en la isla, el gobierno de Fidel y el de su hermano Raúl, quien lo sustituyó en el poder en 2006, apoyaron la paz con las guerrillas colombianas.
“Seguimos de pie, seguimos juntos hoy más que nunca junto a Fidel”, declaró Maduro a su llegada a la capital cubana.
En el segundo día de peregrinación al emblemático sitio, sobresalían los testimonios de orgullo por la influencia de Castro.
“Fidel es un símbolo mundial y sus ideas no solo están en América Latina sino en el mundo entero, porque luchó por los pobres, por los marginados, por los hambrientos”, señaló Roberto Hernández, profesor de antropología de 47 años.
Cenizas
Los homenajes fúnebres a Castro se extenderán hasta el domingo próximo, cuando sus cenizas serán llevadas al cementerio de Santiago de Cuba donde están enterrados los restos de José Martí, héroe de la independencia.
“Fidel era un hombre muy poderoso por su pensamiento, sabía mucho y ayudaba a los otros países”, según Andrés Cabrales. A los 76 años, este ex guerrillero de la Revolución exhibe orgulloso medallas en el pecho. Las cenizas de Castro reposan en una urna de madera de color café que fue exhibida por primera vez la noche del lunes por la televisión estatal.
Raúl Castro y altos dirigentes del Partido Comunista honraron su memoria en la sala Granma del Ministerio de las Fuerzas Armadas, al costado de la Plaza de la Revolución, adonde también acudieron ayer.
El respeto que domina las manifestaciones por la muerte del dirigente sólo fue roto por cubanos anticastristas que festejan en Miami y las declaraciones del presidente electo estadounidense Donald Trump, quien lo calificó de “dictador brutal”.
El conocido “balserito” Elián González, que en el 2000 fue centro de una enconada disputa entre Cuba y Estados Unidos, dijo que la respuesta a Trump se la está dando la multitudinaria presencia de cubanos en los funerales.
“Yo no creo que tantas personas lloren a alguien que, como él dice, era un dictador... Las personas lo que le están dando aquí es amor.”, dijo.
Ausencias de peso
Anoche se realizó la ceremonia masiva en memoria de Fidel Castro, a la que fueron invitados líderes y personalidades del mundo, y que cierra los homenajes en La Habana.
Hoy comenzará una caravana con los restos del líder fallecido, que recorrerá 13 de las 15 provincias antes de su llegada a Santiago de Cuba.
Además de Maduro y Morales, la izquierda latinoamericana esta representada por los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Nicaragua, Daniel Ortega. También asistieron los mandatarios de Colombia, Juan Manuel Santos, y de México, Enrique Peña Nieto.
En contraste, pocos líderes de otras partes del mundo llegaron a La Habana para despedir a uno de los hombres más influyentes y controvertidos del siglo XX.
El presidente Barack Obama, que propulsó el histórico acercamiento de EEUU y Cuba tras más de medio siglo de enemistad, esta representado por su asesor adjunto de Seguridad, Ben Rodhes. Tampoco asisten su homólogo francés, François Hollande, ni el ruso, Vladimir Putin. Por Argentina concurre la canciller Susana Malcorra.
Los cinco países comunistas que quedan
La muerte de Fidel Castro agravó aún más las incógnitas sobre el futuro político de Cuba, en especial la continuidad del sistema comunista que rige desde 1959.
Por supuesto, la Cuba que dejó Fidel a los 90 años no es la misma que dirigió por casi cinco décadas hasta que una enfermedad lo obligó a delegar el poder en su hermano Raúl en 2006.
Fidel ya no gobernaba, pero para muchos cubanos nada ocurría sin su consentimiento. Sin esta figura predominante, uno de los pocos regímenes comunistas que aún existen en el planeta entra en una suerte de nebulosa. Pero además de Cuba, hay otros cuatro países que abrazan el comunismo.
Vietnam
La última foto de Fidel Castro fue justamente en La Habana, con Tran Dai Quang, el presidente de Vietnam, país que instauró el sistema comunista en 1976, tras la victoria del norte comunista sobre el sur, tras la infame guerra de Vietnam (1955-1975). S
egún Europa Press, Vietnam es hoy el más próspero de los países comunistas. La apertura al libre mercado, con la entrada de inversiones extranjeras y el reconocimiento a la propiedad privada, a mediados de los 80 significaron un verdadero cambio para este país devastado por la guerra.
Laos
Aquí el régimen comunista rige desde 1975, cuando cayó la monarquía. Pero a diferencia de Vietnam, la situación es difícil.
Afectado por la guerra de Vietnam (sufrió invasión de Vietnam de Norte y bombardeos de EEUU), este país sin salida al mar aún tiene campos sembrados de minas sin desactivar. Laos es uno de los países con menor grado de libertad económica.
China
De Mao a liderar el mundo, China compite hoy con EEUU por la hegemonía mundial, siendo aún el gran bastión del comunismo desde 1949. Desde la introducción de las reformas económicas de 1978, China ha sido la economía de más rápido crecimiento del mundo.
Corea del Norte
Es uno de los regímenes dictatoriales más severos, herméticos y criticados del mundo. Liderado por una dinastía de Líderes Supremos desde 1948, el régimen de Pyongyang destaca por una pobreza rampante y su poderoso arsenal nuclear y militar. CC