Aunque los sondeos mostraron una ventaja continuada del Partido Conservador del primer ministro, Boris Johnson, el margen se ha ido reduciendo conforme se acercaba la votación de hoy. Todos los partidos esperaban con nerviosismo el veredicto de un electorado volátil tras años de pugna sobre el Brexit, y que probablemente no se atendrá a sus lealtades tradicionales.
Los 650 escaños de la Cámara de los Comunes están en juego en estas elecciones, convocadas con más de dos años de adelanto en un intento de romper el estancamiento político en torno al Brexit.
Johnson ha intentado centrarse en la posibilidad de que un resultado incierto y un Parlamento dividido ponga en peligro su plan para sacar a Gran Bretaña de la Unión Europea el 31 de enero. "Esto no podría ser más crucial, no podría estar más ajustado. Lo digo para que todo el mundo (sepa) que hay un riesgo es muy real de que mañana vayamos a otro Parlamento bloqueado'', dijo.
Mientras tanto, el principal grupo opositor, el Partido Laborista, dijo que la tendencia de las encuestas mostraba que las cosas se movían en dirección de su referente, Jeremy Corbyn.