Llegó el momento de la definición. Aunque en las tres categorías más importantes -autos, motos y cuatriciclos- prácticamente esté todo cocinado, esto es Dakar y cualquier cosa puede pasar en el momento menos pensado. Sin embargo, de no mediar inconvenientes, los campeones de 2012 en estas divisiones repetirán la consagración: Peterhansel en autos, Despres en motos y Patronelli en “cuatris”.
Cuando arrancó esta carrera, allá por el 5 de enero en Lima (Perú), había cierta sensación de que la paridad sería una constante y de que los monarcas no la tendrían tan fácil. Pero no fue así. Cada uno en su categoría pegó en el momento justo y después administró la ventaja. Claro, no es fácil y también es meritorio.
Con el español Marc Coma afuera por una lesión, a Despres le faltó el enemigo número 1 para brillar en motos y sacar lo mejor de sí. Apenas le alcanzó con ganar una etapa para posicionarse en lo más alto y después aprovechar los vaivenes de sus nuevos obstáculos.
Para Peterhansel la lucha sólo duró lo que los Buggies del Qatar Team resistieron. Autos nuevos con pilotos consagrados (Al-Attiyah) no brillaron, pero marcaron un precedente: con más desarrollo, los Mini no la tendrán fácil en adelante.
Pero el galo, el más ganador en la historia del rally, demostró otra vez por qué es el "Monsieur Dakar". Con 47 años, sólo la mala fortuna podría quitarle su undécimo título en la prueba. Qué más se puede decir de Peterhansel...
En cuatriciclos, la historia se repite otra vez y el apellido Patronelli marcha hacia el cuarto título para la familia de Las Flores. Marcos, campeón en 2010 y subcampeón en 2009 y 2012, tiene todo listo para colgarse una nueva medalla en el pecho.
El menor de los Patronelli marcó diferencias en el arranque de la prueba y después sólo se dedicó a conservarlas con mucha inteligencia. Aunque aparecieron nombres nuevos para romper con la hegemonía, por ahora no pudieron, pero dejaron en claro que el reinado no será eterno.
Otro Dakar se termina en Sudamérica, otra caravana llega a su fin. En el medio, pequeñas y grandes historias marcarán a fuego a cada uno de sus actores. Lo deportivo quedará reflejado en una página de diario, en un audio, en un archivo de TV, y el resto, simplemente en la memoria de cada uno.
