Libros, fotos y golosinas para disfrutar un día distinto en Valparaíso

Para quienes estén por viajar a Chile, hay tres opciones para tener en cuenta a la hora de alternar con la playa y el sol.

Libros, fotos y golosinas para disfrutar un día distinto en Valparaíso

Viajar a Chile e ir a la playa no son dos acciones que vienen de la mano. Al menos no exclusivamente. Y eso lo saben bien quienes prefieren realizar una actividad alternativa durante sus vacaciones de verano. Para los que no lo han hecho, de todas formas, aquí se presentan tres propuestas que bien valen la pena considerar, cuando, cansados del sol y la arena, se busca un paseo diferente.

En Valparaíso, y precisamente en los pintorescos cerros Concepción y Alegre, hay toda clase de tiendas, instituciones y negocios que resultan interesantes para visitar. Advertidos de estos pequeños lugares "secretos" los turistas europeos ya se han convertido en una plaga que los recorren diariamente. Paralelamente, cada vez son más los mendocinos que se les animan a las calles ascendentes de "Valpo".

Restaurantes con cocina francesa, exposiciones de fotografías antiguas, artesanías de todos los estilos, talleres de cuero, una gran verdulería, variedad de graffitis y hasta una heladería con sabores tan extraños como tomate y albahaca, aceituna y limón y chañar, entre otros, constituyen la original identidad de esta región portuaria de Chile.

Además, en esta oportunidad, se revelarán las historias de tres lugares que convocan gran cantidad de personas: una biblioteca popular para niños fundada por una jubilada danesa, un taller que realiza impresiones en tela a la antigua y una dulcería con elaboración a la vista.

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El voluntariado del libro

Sobre la calle San Enrique, en pleno Cerro Alegre, se encuentra la Biblioteca infantil Libro Alegre, un proyecto del Centro Chileno Nórdico de Literatura Infantil. Allí un grupo de aproximadamente 20 voluntarios trabaja para que niños de entre 13 y 17 años puedan tener un acercamiento distinto a los libros, en particular, y a la educación en general.

Fundada hace 12 años por Anne Hansen, proveniente de Dinamarca, en la biblioteca -que funciona con donaciones- se realizan numerosas producciones culturales, entre las que se encuentra la revista Calcetín con papa, elaborada íntegramente por chicos, sin intervención de los adultos.

Además, se traducen libros que llegan de diferentes puntos del viejo continente -en su idioma original- y que aportan una mirada distinta a la tradicional literatura infantil, tan influida por el mainstream estadounidense. "Acá no hay nada de Disney", dice en tono serio Anne añadiendo que la traducción a la manera de ellos es el único que se realiza en América latina. "Acá se hacen libros piratas", aclara haciendo referencia a que el trabajo es realizado por los propios voluntarios, que pegan sobre el texto original, las palabras en castellano.

"Hay libros sobre amor y muerte. Todos son comprados en los cachureos -tiendas de usados- y llegan en alemán, inglés o francés y se traducen al castellano", afirma la mujer remarcando que le gustaría que esta labor se replique en Mendoza. "Nosotros podríamos colaborar para que esto se haga", confía.

La revista, en tanto, tiene una tirada de mil ejemplares al mes (600 se regalan y el resto se vende), con un valor aproximado de 30 pesos argentinos. "Participan casi 200 chicos en la realización. Las que salen a la venta sirven para pagar los gastos. Lo bueno es que proporciona material para investigar la vida de los chicos aquí en los cerros", detalla Anne.

Esa idea nació cuando Anne se jubiló, momento en el que decidió hacer algo al respecto de los jóvenes en Valparaíso: "Sabía que en Chile no hay bibliotecas para niños. Y estos libros son tan lindos que queremos que los chicos puedan leerlos".

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Fotos en tela

Hiperfocal se encuentra sobre la calle Lautaro Rosas, también en el cerro Alegre. Allí, los fotógrafos Evelyn Toledo, Olivier Carrot y Camila Lebel trabajan junto a Alberto Lagos en la confección de telas que se tratan con una técnica de impresión fotográfica denominada goma bicromatada, lo cual hace que las obras parezcan antiguas.

Así, los integrantes de este equipo de trabajo ofrecen fotografías en tela de paisajes característicos de Valparaíso. Evelyn y Camila contaron más respecto a esta técnica inventada en el siglo XIX. "Este tipo de trabajo surgió en 1860. Lo que hacemos es fabricar una emulsión foto sensible, que nos permite trabajar sin cuarto oscuro", explicaron.

Esa emulsión se aplica sobre la tela y el negativo de la fotografía que se desea plasmar, se coloca sobre la emulsión. Luego, debe exponerse al sol durante una hora y posteriormente se procede al revelado. "Sólo usamos agua, ningún fijador, ahí empieza a aparecer la foto. Ésta es la parte más delicada, porque no debe moverse mucho. Después se plancha y queda lista", informan desde este local que hace cinco años se instaló en Valparaíso y que hace año y medio ocupa su actual plaza.

Los valores de las obras oscilan entre los 140 pesos y pueden alcanzar los 700. "A los turistas les llama mucho la atención y nos compran las obras porque no hacen mucho bulto. Tenemos mucha demanda", dicen.

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Un cerro de caramelos

La dulcería es uno de los atractivos que los mendocinos no pueden perderse. A unos 400 metros del ascensor "el Peral", que permite acceder rápidamente al cerro Alegre, este comercio destaca por la creatividad de sus productos y la calidez de sus empleados.

Ángela Alfageme es una de las iniciadoras de este proyecto que ya tiene 8 meses. "Estuve trabajando en Barcelona y desde allá me traje la idea", dijo la emprendedora quien también comparte oficio con Mario Maldonado y Guillermo Albornoz.

Los caramelos y chupetines que se encuentran en la tienda son especiales, tanto por su presentación, como por sus sabores. Desde paletas gigantes hasta dulces con sabores que dependen de la estación del año, muchas son las ofertas. "Hicimos pedidos especiales para halloween y navidad. También hacemos para casamientos y hemos llegado a hacer un pedido de 80 kilos de caramelos", cuenta Ángela.

Alicia, una circunstancial clienta del lugar, hizo su encargo para su boda. "Compre 260 frasquitos de caramelos para regalar, todos personalizados", dice la mujer destacando que es un regalo original para los invitados.

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