Es sabido que en contextos de crisis lo primero que las personas tienen a reducir son los consumos culturales. Menos cine, menos salidas a teatros y, claro, menos consumo de literatura. Pero el panorama en la provincia es curioso.
Primero, los números. Según la Cámara Argentina del Libro (CAL), en los últimos tres años, el sector editorial ha experimentado un importante descenso en todos sus indicadores como consecuencia, principalmente, del contexto de recesión de la demanda interna.
Por ejemplo, 62 comercios en el país dedicados a la producción o venta de libros debieron reducir personal, cerrar sus sucursales o sufrieron un cierre definitivo. Sin embargo, en Mendoza sólo se dio el cierre de uno de estos comercios, y no por problemas económicos, según se supo. De hecho, cuando esta librería anunció su cierre llegó a verse una fila de tres cuadras de interesados en las ofertas de liquidación.
Más en Ciudad
La concentración de librerías destinadas exclusivamente a la venta de libros en Mendoza es marcada respecto a otros lugares del territorio. De hecho, se observa que en el gran Mendoza se mantienen las históricas a las que se han agregado nuevas.
Según informó la Municipalidad de Capital son 30 los comercios dedicados al rubro.
Entre ellos destacan algunos históricos como García Santos o la Técnica y cadenas como Cúspide o Yenny, pero también otros que no suelen estar en el radar del común de los mendocinos o bien apuntan a un target específico como ocurre en el caso de las que tienen temática religiosa.
"Cada vez son más las librerías que se suman a las actividades que realizamos, como la Noche de las Librerías, la Peatonal del Libro o la Feria del libro Infantil. Les va muy bien en estas actividades y por eso se suman", señaló Mariana Juri, secretaría Cultura, Turismo y Desarrollo Económico de Ciudad.
Además, no debe dejar de recordarse que el gobierno provincial inauguró el año pasado la librería pública Gildo D'Accurzio, la primera de su tipo en el país y que funciona en el edificio de la Secretaría de Cultura (España 1260 de Ciudad). Esta librería ofrece ejemplares de autores mendocinos. El próximo 11 de diciembre, abrirá una sucursal en Rivadavia, al lado del ex Ducal.
"La librería vende. Nos va bien. Es porque apunta a la divulgación de la literatura mendocina para todo público. Lo de abrir una sucursal en Rivadavia viene de la mano de la intención de federalizar todo. Queremos hacer lo mismo en el Sur", explicó Alejandro Frias, a cargo de Ediciones Culturales de Mendoza, agregando que si no fuese por la crisis las ventas serían aún mayores.
Dispersas
Si bien es cierto que en Ciudad hay muchas librerías, en el resto de los departamentos mendocinos el panorama no es tan alentador. Por ejemplo, en Santa Rosa, Lavalle, Tupungato, San Carlos o La Paz no hay librerías, al menos no de las que venden sólo libros.
En tanto, en Malargüe hay una sola. Según contaron fuentes municipales esta (de la que es dueño el ex gobernador Celso Jaque) es la que tiene material "de vanguardia".
En otros departamentos, como Godoy Cruz o Guaymallén desde sus respectivos municipios informaron que no están discriminados los comercios – que son más de 100 en cada uno– como librerías sino que aparecen mezcladas con aquellas que venden artículos escolares, por ejemplo. De todas formas, entre las específicas se puede mencionar a Antú o Yenny, en los centros comerciales de esos departamentos.
Ocupan un lugar intermedio las comunas de Las Heras o San Martín. En el primer caso, son seis las librerías que se pueden encontrar, sobre todo, en el centro departamental y para el Este, son cuatro los comercios dedicados a la venta de libros (San Martín, Ekos, Planeta y Patito), pero son también papelerías.
Pilar García Santos, del negocio que lleva su apellido, explicó que a quien le gusta leer, hace el esfuerzo y se compra un libro. Según informó los textos han tenido aumentos de hasta 25% desde principios de año aunque para los libros importados se puede hablar de 100% de aumento.
"La subsistencia pasa por querer mucho lo que uno hace, como es en mi caso. Pero los problemas son generalizados. Sé que las grandes cadenas están teniendo dificultades también", indicó la dueña de este tradicional comercio.
Por otra parte, agregó que las librerías se sustentan con la venta de best sellers, aprovechando la publicidad que le dan los medios de comunicación pero que los tirajes que se envían desde Buenos Aires se han reducido considerablemente. "Si antes te mandaban 150 ahora te mandan 30 y van viendo. Por suerte la venta por internet no nos ha afectado aun", resumió García Santos.
Bajan las ventas
De vuelta a los datos aportados por la CAL, el descenso en ventas de ejemplares muestra una caída acumulada entre 25% y 35% de unidades vendidas en relación a 2015. Según estimaron, la baja de ventas para este 2018 es de 12% contra un 8% del año pasado.
Además, hubo una caída de 20% del empleo de personas vinculadas con el rubro, a lo que debe sumársele un 15% de las personas con empleos indirectos.
Según indican, se perdieron 5.000 empleos en el sector en lo que va de 2018. En cuanto al estado de las librerías, afirman que se encuentran "en crisis". A nivel país cerraron definitivamente 37 comercios (como se dijo, en Mendoza sólo uno).
Por último y respecto de la perspectiva para el año próximo, desde la CAL señalaron que un 48% espera una situación mucho peor para las empresas y solo un 14% considera que será mejor. En tanto, revelaron que casi 70% considera que el sector en general estará mucho peor que este año.