La Secretaría de Cultura de la provincia abrió las puertas de la librería pública Gildo D'Accurzio, que fue presentada como la primera de su tipo en el país, con funcionamiento en el hermoso edificio de avenida España y Gutiérrez, antiguo Banco Hipotecario Nacional.
El espacio tiene como protagonista la gran colección de libros editados, en diversas épocas, y los producidos recientemente por Ediciones Culturales de Mendoza (ECM), pero con la intención de que todos los artistas que quieran comercializar su producción tengan un ámbito disponible.
El nombre de Gildo D'Accurzio nos remite a uno de los grandes personajes de la cultura mendocina. Desde su imprenta y sello editorial publicó y difundió el trabajo de decenas de autores locales que, de otro modo, se hubieran perdido por obra de la censura de la dictadura militar.
Los títulos que podrán adquirirse en este espacio abarcan diversos géneros y alcanzan solamente a autores mendocinos, con un acento especial en la producción juvenil, etapa en la que es más difícil editar o distribuir un producto.
El público podrá encontrar en estas instalaciones diversos formatos como libros, música, cine y reproducciones de artistas plásticos, entre otros artículos.
El proyecto pretende dar respuesta a una necesidad de los escritores mendocinos porque, pese al servicio y función de las buenas librerías del ramo, son pocos los establecimientos que llegan a poner en sus vidrieras a los autores locales, cuyas obras, tras un lapso, pasan a ocupar los depósitos.
La idea es que librería D'Accurzio comercialice material de mendocinos o residentes en Mendoza que publiquen sus libros aquí, con un tratamiento similar hacia todos los autores, y que sus ejemplares sean expuestos en iguales condiciones que los demás.
Por supuesto habrá una implícita adhesión a los noveles creadores, porque podrán contar -si cumplen con las premisas de creación de la entidad- con un lugar en el que sus ejemplares serán expuestos, pero también a los consagrados o con trayectoria, porque en cualquier librería la partida la ganan los libros con nombres de mucho marketing, best sellers o de editoriales grandes.
La pretensión es que esta librería no se cierre cuando finalice la actual gestión gubernativa, prolongando su servicio de la misma manera que Ediciones Culturales, que comenzó en 1992 y todavía persiste, no obstante que en algún momento estuvo a punto de expirar, ya que editaba poco y nada, como ocurrió a mitad de la década pasada.
Entonces aguardamos que el modelo puesto en marcha se vigorice, se promocione lo suficiente para instalarlo en la ruta de los lectores, hacer que el público sepa que allí puede encontrar libros para todos los gustos y necesidades, además de discos, láminas, y material audiovisual y fotográfico de artistas mendocinos.
Si el proyecto llega a funcionar como se espera, es probable que los otros negocios del ramo comiencen a pensar que vender a nuestros autores también puede redituar a nivel comercial, y tal vez ése sea un objetivo más del plan presentado.
Asimismo turísticamente puede ser un atractivo más porque muchos visitantes interesados en aspectos culturales podrán concurrir a la dependencia y conocer qué se escribe en Mendoza o se difunde desde la fotografía o lo audiovisual.
En definitiva, se trata de un servicio del Estado provincial especialmente enfocado al sector de los escritores, pues los hacedores culturales son los menos beneficiados, ya que los productores artesanales, pintores o músicos, por ejemplo, disponen de ferias y festivales a lo largo del año, pero los narradores, en general, tienen pocas posibilidades de mostrar lo que hacen.