El partido entre Lanús y River Plate, por la vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores de América, finalmente se jugará sin público visitante, confirmaron esta noche voceros de la Agencia de Prevención de Violencia en Espectáculos Deportivos (Aprevide) de la Provincia de Buenos Aires.
Aunque más temprano los presidentes de River, Rodolfo D'Onofrio, y Lanús, Nicolás Russo, habían llegado a un acuerdo para que los visitantes pudieran asistir a los dos partidos de semifinales de la Copa Libertadores, la decisión de Aprevide por lo pronto anula esta chance en el encuentro revancha, que se jugará el 31 de octubre en la cancha del "Granate".
Esta medida anticipa la posibilidad concreta de que los organismos de seguridad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires actúen en el mismo sentido para el cotejo de ida (24 de octubre), o bien para que los propios clubes reviertan su acuerdo y tanto River como Lanús, de locales, jueguen solamente con su público.
Ríver recibirá en su estadio a Lanús, en la ida, el martes 24 de octubre a las 19.45 y disponía para la parcialidad visitante de aproximadamente 10 mil lugares en la tribuna Centenario Alta, que incluye plateas en uno de los codos.
Lanús, por su parte, le otorgaba al club "millonario" 12 mil populares situadas en la cabecera sur para el cotejo de vuelta que se desarrollará el martes 31 de octubre a las 21.15 en la "Fortaleza" del sur bonaerense.
El acuerdo al que arribaron los dirigentes debía ser aprobado por los organismos de seguridad de la Ciudad de Buenos Aires -la Dirección Nacional de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos, que dirige Guillemo Madero- y por la Aprevide en la Provincia de Buenos Aires, cuyo titular es Juan Manuel Lugones y que esta noche fue la primera que se manifestó públicamente con una respuesta negativa.
En marzo pasado, el organismo provincial autorizó que los hinchas de Ríver concurrieran al estadio de Lanús y la experiencia no fue buena: la caravana de micros de la barra "millonaria" ocasionó numerosos disturbios, robos y episodios de violencia a lo largo de la avenida Hipólito Yrigoyen (ex Pavón) y en los accesos al estadio del "Granate".
Esos incidentes -en donde también hubo venta de entradas falsas- y otro posterior protagonizado por la barra de Lanús en el estadio de Racing, obligaron a que la Aprevide reviera su posición inicial y vetara nuevamente la concurrencia de público visitante en los partidos de los torneos locales, medida que ahora hizo extensiva a estos dos encuentros por la Copa Libertadores.