Con 13 años, Samiha dejó el colegio y la habitación que compartía con diez personas cerca de Baalbek, en el este de Líbano, para vivir con su marido.
Su caso es un ejemplo de los matrimonios precoces registrados en este país, que prepara una ley única en el mundo árabe para combatir esta práctica.
Fue el padre de Samiha quien decidió casarla con un cristalero de 41 años, procedente al igual que ellos de Siria.
El fenómeno de los matrimonios de niñas en Líbano se ha agravado con la afluencia de refugiados sirios.
Para combatir esta práctica, el país prepara una ley única en el mundo árabe. “Hemos redactado el primer proyecto que regula el matrimonio de menores”, explica Fadi Karam, secretario general de la Comisión Nacional de la Mujer Libanesa (CNML), institución oficial para los derechos de la mujer en Líbano.