El 10 de junio se recuerda que en las calles de Buenos Aires se dejó de manejar al modo inglés, por la mano izquierda, cambiándolo a la derecha. Por esta razón en esta jornada se conmemora el Día Nacional de la Seguridad Vial.
Más allá de la anécdota, es una buena oportunidad para analizar qué se ha hecho en materia de seguridad y prevención en las calles y rutas de la provincia. Así, desde que entró en vigencia la actual Ley de Tránsito 6082, el 17 de enero de 1994, se han presentado en la Legislatura casi 300 proyectos para modificarla o remplazarla, todos sin suerte.
En este contexto vale agregar que a nivel nacional rige desde 2008 la Ley 26.363 de Tránsito y Seguridad Vial, que creó la Agencia Nacional de Seguridad Vial, el Registro Nacional de Licencias de Conducir y el Observatorio de Seguridad, e introdujo modificaciones a la Ley 24.449 de Tránsito.
Mendoza, si bien adhirió a la creación de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, no lo hizo a la Ley 26.363. Para los especialistas, es un despropósito ya que en el país conviven cuatro leyes viales con características similares: la de Mendoza, la de Córdoba, la de CABA y la nacional.
Lluvia de proyectos
Siempre es recibido con agrado el descenso en las muertes por accidentes viales, como ocurrió el mes pasado (ver aparte). Pero es llamativo que cuando ocurren incidentes graves, con fallecidos y heridos, aparece una avalancha de proyectos legislativos que buscan regular el tránsito y sumar un nuevo marco normativo, que se traduce en pedidos de castigos más duros para quienes protagonizan un accidente vial y son culpables.
Como lo reconocen ellos mismos, muchas veces estas iniciativas se elaboran por el desconocimiento de los legisladores de la ley vigente en al provincia, la mencionada 6082 aprobada hace 22 años.
Según el senador del FPV-PJ, Gustavo Arenas, desde hace décadas no existe en nuestra provincia una política de Estado en materia de seguridad vial y, mientras tanto, crece la siniestralidad en el tránsito: es una de las principales causas de muerte para todos los grupos y edades.
Por eso, el legislador expone que desde diferentes sectores sociales -tanto públicos como privados- se plantean posibles soluciones. Desde campañas de concientización, declaraciones de emergencia vial, implementación de “conductor designado”, controles de alcoholemia los fines de semana, concursos, ley de “alcohol cero” hasta modificaciones a la legislación vigente.
“Si efectuamos un análisis de las propuestas legislativas de modificación a la Ley 6082, encontramos que en Diputados se presentaron desde 1994 a 2015, 159 proyectos vinculados a la Ley de Tránsito, de los cuales 143 eran directamente modificando dicho cuerpo legal”, detalló Arenas.
En la Cámara Alta, en tanto, el relevamiento de Arenas encontró que en estas dos décadas se presentaron 156 proyectos, de los cuales 139 directamente tenían como objeto modificar la norma. Es decir, un promedio de 15 proyectos por año para cambiar la Ley de Tránsito. Sin embargo sigue vigente como en su primer día.
En total, entre las dos Cámaras la cuenta da 282 proyectos en 21 años (hasta agosto de 2015), lo que da un promedio de 14 proyectos por año. “Hay que considerar que de esos 282 proyectos sólo se sancionaron 29 leyes modificatorias de la ley 6082, es decir prácticamente un promedio de 3 modificaciones legislativas cada dos años”, cuantificó el senador.
Aplicar las leyes
José Silveira, presidente de la Asociación Civil Luchemos por la Vida, aseguró que en realidad no hay mucho que modificar en lo que a leyes de tránsito se refiere. "Opinamos, en primer lugar, que no es posible que haya leyes distintas para el mismo país. De hecho, el tránsito se ha universalizado y debería unificarse con los países vecinos", explicó el especialista.
Además, avaló la idea de que es muy común que se presenten leyes después de un accidente vial grave pero que en realidad el mejor camino es que se apliquen las leyes que ya existen, las que -según Silveira- están al mismo nivel de los países desarrollados. “La diferencia es que acá no se aplican. No va a disminuir nunca mientras no haya un cambio en la aplicación de leyes”, advirtió.
Tal como citó el titular de la ONG que concientiza sobre la seguridad vial, en España las leyes se endurecieron acompañando un cambio educativo en la materia. Así lograron disminuir en 80% las víctimas fatales de accidentes de tránsito, mientras que en la Argentina el porcentaje de disminución en más de dos décadas fue nulo.
“Ha habido casos en pequeñas ciudades, como Leones (Córdoba), donde hubo un cambio radical en la aplicación de las leyes de tránsito y no ha habido ningún fallecido por esta causa en 7 años”, remarcó Silveira.
Controles y sanciones
"El problema es que no ha habido políticas de Estado capaces de generar un organismo altamente especializado, dando como resultado un organismo atomizado donde las estadísticas las maneja el área de salud, la policía hace el control y la fiscalización, y hay falta de coordinación con los municipios que tienen policía local", insistió Arenas, que entre 2004 y 2010 fue Delegado Regional de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (C.N.R.T.).
Por otra parte, agregó que debería haber metas a largo plazo y con medidas que no sean espasmódicas sino que tiendan a un cambio cultural. De esta manera, para el senador lo ideal sería que existiera una agencia provincial de seguridad vial (en la gestión de Francisco Pérez se creó la Unidad Ejecutora de Seguridad Vial, aunque no obtuvo resultados palpables en la materia) con personal especializado en esta problemática.
“Habría en un solo ente: un observatorio vial; acuerdo legislativo para que no haya sobreoferta de leyes; autarquía financiera; articulación con los departamentos; fiscalización desde la agencia y una escuela de conducir estatal que pueda ser sometida a regulación y control”, propuso Arenas, remarcando que lo que hace falta es un organismo referente en el tema.
Silveira, por su parte, opinó que las campañas de concientización logran que se haga una diferencia pero que deben tener el empuje final de los controles y la sanción concreta y efectiva. “Si ponen una multa a quien infringe la ley pero luego no le cobran, no sirve. El control y la sanción son parte del proceso educativo”, finalizó.
Los muertos en las rutas no se reducen
Según la ONG Luchemos por la Vida, en la primera mitad del Decenio de Acción para la Seguridad Vial fijado por la ONU no se han logrado disminuir los muertos en el tránsito. Los datos comparativos del período 2011-2015 muestran que sólo se redujeron 2,44%.
“Pese a que las Naciones Unidas declararon los años 2011-2020 como el Decenio de Acción para la Seguridad Vial y los países integrantes se comprometieron a concretar acciones que conduzcan a disminuir los muertos en el tránsito un 50%, todavía en Argentina no se aprecian avances sustentables que acarreen una disminución significativa del número de muertos y heridos”, manifestaron desde la asociación civil.
Por otro lado, explicaron que hay problemas que agravan la situación: “Por un lado se multiplican los muertos en motocicleta o ciclomotor en todo el país, en muchos de los casos por no usar el casco, lo que pese a su obligatoriedad no se controla ni sanciona en la mayoría de las ciudades y pueblos del interior, ni en los alrededores de Buenos Aires. Además, desde 2007 a la fecha se ha duplicado el uso de los celulares por parte de los conductores, y triplicado entre los peatones”, detallaron desde Luchemos por la Vida.
Por último, advirtieron que se promociona el uso masivo de la bicicleta en muchas ciudades sin controlarse el cumplimiento de las normas de seguridad para los ciclistas, como el uso del casco, y sin proveerse una infraestructura adecuada de seguridad.
Mayo, récord de reducción de accidentes
Según datos aportados por la dirección de Seguridad Vial de la provincia, mayo fue el mes con menos accidentes fatales de los últimos 10 años con 7 muertes. La disminución es significativa con respecto a abril, cuando fallecieron 10 personas. Las autoridades del Ministerio de Seguridad atribuyen la baja de los índices a los controles viales que se realizan diariamente y a las campañas de prevención que crean concientización en los conductores.
Continuando la estadística, el mes en el que se registraron más víctimas fatales fue en mayo de 2008, cuando se contabilizaron 25 muertos en las rutas y calles mendocinas. Por otro lado, las cifras anuales reflejan que 2006 fue el año con más muertes de la útlima década, con un total de 266.
En tanto que 2015 representa el año con menos víctimas: 154. En lo que va de 2016 se han registrado 56 muertes producto de accidentes viales, siendo enero el mes con más personas fallecidas: un total de 20.
Cabe aclarar que el ministerio de Seguridad trabaja solo con cifras de personas fallecidas en el lugar del siniestro.