En Mendoza, el parque automotor destinado a prestar servicios de forma legal es de aproximadamente 2.500 vehículos, y 700 de estos son vehículos particulares de conductores que están asociados a aplicaciones móviles como Uber y Cabify (28%).
En julio de 2018 se aprobó la ley de Movilidad (9.086) que le abrió la puerta a estas empresas para operar en la provincia pero al mismo tiempo se le exigió a los conductores cumplir con ciertas normas que tienen también los taxistas (como seguro y carnet profesional).
La discusión legislativa que terminó con la sanción de dicha ley no estuvo exenta de polémica y rechazos por parte de taxistas y remiseros, pero eso no impidió el crecimiento del servicio en la provincia, ya que entre abril y agosto de este año se han sumado alrededor de 300 nuevos conductores.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Servicios Públicos de la provincia, en abril contaban 286 vehículos registrados en la plataforma Uber y 92 en Cabify, contra 1.400 taxis y 400 remises habilitados. A la fecha tienen 512 en Uber y 187 en Cabify.
En tanto que para taxis el gobierno de la provincia anunció que, tras 10 años desde la última licitación, se otorgarán 500 nuevas licencias para taxis y 100 para remises. Se hará bajo la metodología de un concurso en el que se puntuará a los postulantes, y quienes encabecen la orden de mérito recibirán los permisos.
Tendrán mayor prioridad las personas con discapacidad, ex combatientes de Malvinas, quienes se presenten con autos eléctricos o híbridos, choferes que acrediten tres años de antigüedad en la actividad, y habrá un cupo de 30% para oferentes mujeres. El auto debe ser 0 Km y sumará puntos por equipamiento.
Así, se sumarán 600 vehículos más a la provincia, y el parque automotor para cubrir el servicio de transporte de pasajeros superará los 2.000.
Un año de apps
De acuerdo con Felipe Fernández Aramburu, responsable de desarrollo de negocios de Uber para Argentina, "la experiencia del conductor es muy buena, el 80% del tiempo que están activos en la plataforma están trasladando a un pasajero o yendo a buscarlo. Y al mes se registran 250.000 solicitudes en la provincia".
Así, "una persona que maneja 8 horas diarias puede ganar alrededor de $ 3.000, y al mes puede alcanzar entre $ 55.000 y $ 60.000 (tiene que descontarle a eso un 25% para la aplicación y los costos asociados al mantenimiento del auto)", según comentó Fernández Aramburu.
Los precios se revisan de forma periódica, y se consideran las condiciones del mercado en particular para que resulte rentable para los conductores. En cuanto al interés de los potenciales nuevos choferes, el responsable de desarrollo de negocios de la marca indicó que en la provincia hay 500 consultas, entre las que se realizan de forma online y quienes se acercan a la sede que tienen en Palmares.
En el caso de Uber, la exigencia en lo que respecta al vehículo tiene que ver con la antigüedad, que no debe ser mayor a los cinco años, y la empresa ha desarrollado asociaciones con otras, para que cuando llegue el momento en que el conductor deba cambiar el vehículo tenga opciones de financiación y bonificaciones especiales.
Hasta el momento cubren "las zonas de mayor necesidad de movilidad", principalmente el centro mendocino, Godoy Cruz, Guaymallén, Las Heras, y Luján de Cuyo, pero "el servicio se expande a donde hay mayor demanda, como el sur y el este de la provincia".
En periodo de pruebas
La Ley de Movilidad contó con la oposición del sector de taxis y remises, y actualmente el desacuerdo continúa en la Justicia. Según Fernando Sáez, titular de la Asociación de Propietarios de Taxis de Mendoza (Aprotam) el planteo principal se basa en tres aspectos fundamentales:
“La ley hizo que dejara de considerársenos como un servicio público, nos han sacado de la categoría de interés general; la mandataria (la persona jurídica que por mandato de terceros titulares de permisos de los servicios administra la prestación, tomando a su cargo la contratación y la relación laboral con los choferes para las unidades a su cargo.
El titular del permiso es responsable solidario de todas las relaciones jurídicas que establezca el "mandatario administrador" para la prestación del servicio); y en la nueva ley al no ser servicio público se cambia el sistema de otorgamiento de permisos", señaló.
De acuerdo con el empresario del rubro, ellos venían solicitando que se dieran nuevas licencias con anterioridad a la incorporación de las aplicaciones. Lo que sucede es que ya se sabía que en la provincia había una demanda sin cubrir y las aplicaciones vinieron a cubrir ese espacio. Para el empresario primero se tendría que haber otorgado la licencia a ellos, pero el cambio en la normativa, con respecto a la ley 6.082 que los regulaba antes de la de Movilidad, generó muchas dudas que mantienen pese a los términos de la nueva licitación.
“El Gobierno fijaba las condiciones pero el concurso era abierto (no por sistema de puntajes) y eso hizo que en la última en 2008 se presentaran 5.000 oferentes, hemos solicitado el pliego y todavía no sabemos si el cambio puede llegar a ser bueno, pero resulta poco probable que podamos sumar híbridos o eléctricos si ya nos cuesta mantener los vehículos que tenemos hoy”, señaló.
Igualmente, el secretario de Aprotam, Diego Vázquez, indicó a Los Andes que dichas licencias serán para quien tenga el capital (un vehículos eléctrico cuesta más de u$60.000 dólares). "A nosotros que somos permisionarios nos está costando mucho con los autos actuales. Para nosotros tener un auto eléctrico o híbrido es imposible", agregó.
En cuanto a la competencia con Uber y Cabify, Fernando Sáez, sostuvo que es despareja, no solo porque las nuevas licencias se lanzarán a destiempo, sino porque ellos tienen la obligación de presentarse con vehículos 0km, cuando por las plataformas se puede prestar el servicio teniendo una antigüedad de cinco años.
Aprotam sostiene el planteo contra la Ley de Movilidad actualmente en la Suprema Corte y se encuentran en la "etapa de pruebas", lo que implica que sus abogados están presentando los argumentos y documentos por los que plantean que se les produjo un perjuicio.
En primera persona
María Virginia (33) es licenciada en Higiene y Seguridad y contaba con un buen ingreso mensual producto de su trabajo en una multinacional, sin embargo ,hace poco se encontró sin trabajo, después de 9 años y debió buscar otro empleo. Hoy trabaja de lo suyo en las mañanas, y por las tardes complementa sus ingresos "activándose en la plataforma Uber".
"Empecé a estar activa pocas horas al principio, y hoy trabajo entre las 13.45 y las 21 horas, pero si necesito desactivarme para hacer cosas en ese horario puedo hacerlo libremente", señaló.
María Virginia deja a sus hijos en la escuela antes de comenzar a trabajar con su propio auto y asegura que hoy se siente feliz de poder sumar ingresos con ciertas libertades que no les estarían permitidas en un empleo tradicional. Sobre los ingresos, señala que le permiten mantener el auto en condiciones, cubrir el costo del service cada 10.000 km (cambio de aceite y filtro) y la rotación de ruedas, y obtener ganancias. "Si no fuera rentable, no lo haría", asegura.