Una marcha multitudinaria, pacífica, en contra de la modificación de la ley 7.722 -que fue aprobada por ambas Cámaras el pasado viernes- terminó con incidentes en Casa de Gobierno ayer a la tarde.
La manifestación, que arrancó el domingo, contó con participación de personas de distintos puntos de la provincia que llevaron un mensaje a favor del cuidado del agua, el recurso más preciado para los mendocinos. Sin embargo, por un reducido grupo de violentos que intentó ingresar al edificio por la fuerza, la situación se volvió tensa y finalizó con heridos y aprehendidos.
Durante toda la mañana, más de 10.000 personas se congregaron alrededor del Memorial de la Bandera y el Parque Cívico buscando pedir al gobernador, Rodolfo Suárez, el veto de la modificación.
Después de las 11, el secretario de Ambiente, Humberto Mingorance, se reunió con cuatro representantes, quienes le hicieron saber su pedido hacia el primer mandatario.
Además les expuso sus argumentos de defensa de la 7.722. Tal como relató Roxana Bruno, quien fue parte de la reunión, pidieron al secretario tener una respuesta a esta solicitud en una hora, a lo que accedió pidiéndoles sus números telefónicos. Sin embargo, terminada la reunión, el secretario realizó una conferencia de prensa en la que anunció que "la ley está en proceso de promulgación y no será vetada", además de deslizar que "probablemente hoy (por ayer) se promulgue".
Pasado el tiempo acordado por los ambientalistas, cerca de las 13.30, se realizó una asamblea popular en el frente de Casa de Gobierno en la que se informó que ninguno de los 4 representantes habían sido contactados, además de su respuesta negativa difundida ante los medios, por lo que se dispusieron a evaluar las medidas a seguir.
Entre la multitud surgieron varias alternativas: desde quedarse allí por tiempo indeterminado hasta trasladarse a otros puntos para hacer conocer su descontento.
Sin embargo un pequeño grupo que quiso incentivar por la fuerza la moción de tomar el edificio -que se encontraba vallado y custodiado fuertemente por la Policía- avanzó hacia el frente y terminó desarmando la asamblea. Estas personas se dirigieron violentamente hacia las vallas intentando hacerlas caer y comenzaron a arrojar botellas y palos a los policías, quienes respondieron con gas pimienta. Los mismos ambientalistas hicieron una cadena humana para evitar que siguieran avanzando hacia las vallas. Pero ante la desorganización y la falta de una decisión colectiva, los violentos continuaron arrojando elementos cada vez más contundentes como piedras y pedazos de ladrillos, hasta que detrás de la Casa de Gobierno apareció Infantería con caballos, perros y motos. En ese momento la multitud empezó a correr y los uniformados arrojaron balas de goma con la intención de dispersar a los manifestantes que dejaron el Parque Cívico y continuaron por calle Mitre, bajaron a Colón y continuaron hasta el Km 0. No obstante allí solamente se quedó un grupo y el resto se dirigió al nudo vial con la intención de cortarlo para hacer oír su reclamo.
Hubo corridas, momentos de desesperación y mucha tensión en el lugar.
Desde el Ministerio de Seguridad informaron que hubo 19 policías heridos: 7 de ellos presentaron golpes en la cabeza, uno una posible fractura de cadera y cinco, diferentes tipos de golpes. La Policía detuvo a 16 manifestantes.
Al cierre de esta edición continuaba la masiva protesta pacífica con epicentro en av. San Martín y Garibaldi y se trasladó hacia la Legislatura provincial.