Evoluciona favorablemente el
La rápida mejoría del obrero rural Cristian Villarrubia (16) ha determinado que la Justicia estime que se trata de un caso de lesiones graves y, a la espera del resultado de las pericias de balística, es probable que en las próximas horas se le impute al oficial ayudante Mario González ese delito.
Ayer, desde el hospital Central se informó que el paciente ingresó con traumatismo encéfalo craneano (TEC), con alteración del estado de la conciencia.
Tras ser intervenido quirúrgicamente, el chico pasó a la Unidad de Terapia Intensiva, quedando con respiración asistida.
"Está clínicamente estable y su estado neurológico se recupera por que está evolucionando favorablemente", se informó.
Silvia Cornejo, madre del herido, indicó ayer que su hijo "estaba mejor, los médicos dicen que está bien pero ahora hay que esperar que se despierte. Esta mañana (por ayer) le hicieron una tomografía para ver por qué no se despierta. El cerebro está inflamado".
Desde el Cuerpo Médico Forense se informó a la fiscalía de San Martín, donde se instruye el caso, que la vida del joven no corre peligro de muerte pero está grave.
"El informe preliminar indica que tiene una incapacidad de 30 días lo que determina que el caso sea tipificado como lesiones graves y no gravísimas como se creyó en un primer momento", explicó una fuente judicial ligada a la investigación.
Aun así, se explicó que la víctima tiene un hundimiento del cráneo producto de la caída de la moto, además de las lesiones que le produjeron dos perdigones, algo que produjo pérdida de masa encefálica.
En cuanto a la situación del policía González, se indicó que aún no fue imputado ya que se esperan las pericias de balística para determinar la distancia y el ángulo en que se produjo el disparo.
Un testigo vio todo
"Hay un testigo que circunstancialmente pasaba por el lugar y vio que el policía disparó una vez hacia arriba y luego una o dos veces más. Obviamente, el disparo que le dio al chico no fue hacia arriba. Estamos esperando que la pericia confirme esa hipótesis", explicaron.
Por otro lado, está en poder de la fiscal Mónica Fernández Poblet las grabaciones del CEO, en las que se escucha que los policías llamaron a una ambulancia para trasladar al herido pero antes de su llegada los familiares del chico decidieron llevarlo por sus propios medios. Los policías, tal como establece el protocolo -no se debe mover a un herido hasta que llegue el médico- trataron de impedir ese traslado.
El lunes a la 1.30 Villarrubia estaba con unos amigos presenciando unas picadas en el parque Palmira, de Palmira, cuando llegó la policía y todo el mundo se marchó del lugar.
El joven trató de hacer lo mismo pero dos perdigones le dieron en la cabeza y otro en la mano. Luego perdió el control de la moto y terminó estrellándose contra un cantero.
Nadie se dio cuenta que había sido herido por una bala policial, hasta que le hicieron una tomografía computada, horas después.