Aquel martes 29 de marzo, cerca de las 19.30, la práctica de fútbol infantil en el Club Defensores de América de Rosario se cortó violentamente. A muy pocos metros de allí, en una explanada municipal donde hay aros de básquet y que lindaba con la canchita alambrado mediante, se produjo un tiroteo feroz entre bandas narco.
Las balas cruzaron el cerco e hirieron a Benjamín y Gino, ambos de 7 años, mientras jugaban a la pelota. Poco más de un año después de ese episodio brutal, se construyó un muro para proteger a los chicos de la inseguridad y la guerra entre grupos de narcotraficantes que azotan esa zona de la ciudad.
Fue con fondos que consiguió el gobierno provincial que se encargó la construcción un muro perimetral en la cancha del club ubicado en Washington y Casiano Casas, en la parte norte de Rosario, donde más de 40 chicos participaban de una práctica de fútbol cuando comenzó el tiroteo que dejó a los dos chiquitos hospitalizados a más de un año.
Gino y Benjamín, por entonces, sufrieron heridas en las piernas: el primero de ellos tuvo una fractura expuesta, mientras que el otro recibió un balazo con orificio de entrada y salida. Ante la demora de una ambulancia, los chicos fueron trasladados en forma particular hasta el Hospital Alberdi y de allí derivados al Hospital de Niños Víctor J. Vilela, donde quedaron internados fuera de peligro.
"Esto pudo haber sido una masacre. Fueron más de 50 tiros entre bandas que se pelean por la droga. Estamos en peligro", había advertido por entonces Mirian Monje, presidenta de la institución y titular de la comisión directiva del club, que está conformada totalmente por mujeres.
Por entonces, la cancha estaba cercada en tres de sus lados apenas por un alambrado y sólo en un costado tenía un tapial de cemento. Detrás de un arco se ubica un playón municipal con aros de básquet donde se reúnen adolescentes del barrio, entre ellos algunos de los llamados "soldaditos" que trabajan para bandas antagónicas ligadas al negocio del narcotráfico.
El nuevo tapial, de 2.40 metros, separará el playón de la cancha de fútbol y está siendo construido con fondos del gobiernoprovincial por albañiles que habitualmente trabajan para la comuna agrupados en una cooperativa. La construcción comenzó hace unos 45 días y se estima que estará terminado a fines de este mes. "De a poco los chicos fueron volviendo al club a practicar deportes, nos estamos recuperando de aquel gran susto", dijo la tesorera de Defensores de América.
Por el tiroteo producido el año pasado sólo estuvo detenido Vladimir Natalio, de 19 años, quien fue asesinado en marzo pasado en una pelea a tiros ocurrida en un boliche del centro de Rosario. Este joven, según fuentes de la causa, estaba ligado a Emanuel Sandoval, alias "Ema Pimpi", imputado como el autor de los disparos contra la casa del ex gobernador Antonio Bonfatti.