Una violenta "entradera" se produjo en la noche del jueves en San Rafael. Tres encapuchados sorprendieron a un comerciante y la esposa, los maniataron y torturaron hasta que revelaron donde estaba el dinero. Luego huyeron.
Los delincuentes se alzaron con una cifra superior a los 100.000 pesos en moneda nacional, dólares y euros y al dueño de casa, Amadeo García (79), lo mandaron al hospital.
Hay preocupación en las autoridades porque es el segundo hecho similar que ocurre en el departamento sureño en 10 días. Además, los antecedentes que se han dado en Mendoza recientemente no apuntan a que sea un golpe rápido de esclarecer. Los investigadores han podido establecer que los miembros de estas bandas no son de la provincia.
La Policía tomó conocimiento del golpe en la vivienda familiar de García y su esposa Amparo (78) en la segunda cuadra de Avellaneda en San Rafael, alrededor de la una de la madrugada..
Entrada la noche, el comerciante fue a cerrar una reja y fue allí cuando fue asaltado por tres encapuchados que lo redujeron, lo metieron de prepo a la casa, lo maniataron junto con la esposa y comenzaron a castigarlos sin piedad.
Para sacarle la información que buscaban -la ubicación de la caja fuerte- a Amadeo le colocaron un trapo en la cabeza y comenzaron a arrojarle agua. Ese proceso de tortura se conoce como "submarino" o "mojarrita". La tela se adhiere al rostro por la acción del agua y a la persona se le dificulta enormemente poder respirar.
La tortura a la que sometieron al matrimonio también incluyó golpes pero específicamente a García le aplicaron varias piñas en las costillas.
Amadeo se quebró y les dio lo que querían. Sin dilación los delincuentes tomaron $ 4.000, 2.000 dólares y 500 euros. Antes de abandonar la propiedad, obligaron al comerciante a entregarles las llaves del negocio (Tienda Arco) y el código de la alarma.
“Han operado con información precisa porque de entrada querían que les dijera dónde estaba la caja fuerte. En cuanto al negocio, se colocó una guardia por si ocurría algo.
Igualmente el código de la alarma se cambia en dos segundos", comentó una fuente policial.
La alarma se encendió en las autoridades. Por un lado, por la violencia inusitada de los asaltantes. Por el otro, porque el hecho es calcado a uno que ocurrió días atrás en Rama Caída en el que robaron $ 20.800. A la víctima la torturaron de la misma manera.
El otro dato alarmante para la Policía es el antecedente que proviene del Gran Mendoza.
En los últimos días lograron detener a uno de los asaltantes y así descubrir que los miembros de la banda eran cordobeses.