Ni el hincha más pesimista imaginó que vería a Independiente Rivadavia en esta lacerante situación a falta de cinco fechas para el final de la temporada de la Primera B Nacional. Es que aún está latente el recuerdo de aquella Lepra que sacó chapa de candidata en la primera rueda y que sumaba de a montones, tanto adentro como afuera. Pero eso ya es historia. Hoy deambula por el sótano de los promedios y le prende velas a todos los santos para no volver al Torneo Argentino A.
La derrota 3-1 ante Banfield corresponde a un capítulo más de una novela mil veces vista, que por decantación terminó sentenciando al azul a luchar por la permanencia. Si bien el equipo mostró una mejoría en cuanto a volumen de juego y rendimiento colectivo, los yerros defensivos originaron otro traspié y su recurrente consecuencia, el sufrimiento desesperado en las ecuaciones.
Ante el Taladro, puntualmente, Independiente hizo mucho para ganar. Generó acción, hubo marca, presión y dinámica. No podemos decir que entregó el partido ni que faltó actitud, pero sí hay que afirmar que no se puede caer en desaciertos infantiles si se quiere cumplir el objetivo. En el Florencio Sola perdió el partido, no se lo ganaron; aunque lo concreto es que el azul entró en estado crítico y tiene pronóstico reservado.
Caídas recordamos decenas, bajas producciones también. Pero lo inmediato, lo urgente, es saber qué tiene que pasar para que el elenco de Del Bosco no descienda. El tratamiento y su remedio, digamos.
Naturalmente, debe sumar la mayor cantidad de puntos de aquí al cierre. Quedan quince. Con diez llegaría a cincuenta y ese número sería el espejo de la felicidad. Y claro, esperar que Deportivo Merlo y Crucero del Norte no sumen a la par. A propósito de oponentes, el Charro es "el" rival porque divide sus puntos en base a tres temporadas, al igual que la Lepra, que está a sólo dos unidades por debajo. Si lo termina superando por un punto, Independiente se habrá salvado. Los misioneros se rigen por una tabla distinta que arroja otros dividendos, ya que únicamente han participado en la temporada actual.
Pasado en limpio, es más importante que no sume Deportivo Merlo a que lo haga Crucero del Norte. En el caso de que se escapen los bonaerenses, el rival, indefectiblemente, será el "Colectivero".
Así y todo, el panorama de Independiente será muy complejo hasta el final. Deberá ganar y al mismo tiempo esperar que quienes lo persiguen no lo hagan. Aunque, remarcamos, si el azul culmina el torneo mínimamente por encima del Charro continuará en la B Nacional, ya que Nueva Chicago está descendido en un 99% y sólo una lluvia de milagros lo salvará.
El conjunto del parque le apuntó a la corona y terminó comprando pilas para la tortuosa calculadora, otra vez. Responsables y culpables habrá decenas y será tema obligado de análisis; cada periodista, hincha y amante del fútbol apuntará los cañones a quién le parezca. Pero lo que hoy le quita el sueño al "Mundo Lepra" es quedarse en el certamen de ascenso más importante de la Argentina. La premisa única es lograrlo. Y habrá que trabajar a contrarreloj.
Así están abajo a cinco fechas del final
Douglas Haig 1.242 (41/33)
Deportivo Merlo 1.165 (127/109)
Indep. Rivadavia 1.157 (125/109)
Crucero del Norte 1.061 (35/33)
Nueva Chicago 0.788 (26/33)
El dato: descenderán a su categoría de origen los últimos dos peores promedios de la tabla de arriba. Hoy ocupan esa zona Nueva Chicago y Crucero del Norte.
La próxima: el domingo 19 desde las 15.30, Independiente recibirá a Nueva Chicago por la 34ta fecha. El "Torito" podría llegar descendido si Douglas Haig suma un punto en Pergamino ante Huracán un rato antes, a las 14.
Lepra: en estado crítico y con pronóstico reservado
Se armó para ascender y termina rezando por no bajar. La derrota ante Banfield caló hondo en un plantel que no sabe cómo salir de la malaria. El domingo se jugará gran parte de su futuro ante Chicago, mientras relojea a Merlo y Crucero del Norte. Un panor
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