Anoche, en el Estadio Mendocino, el partido amistoso fue casi una excusa para ablandar movimientos.
En la práctica nocturna, la Selección argentina femenina venció al seleccionado mendocino masculino Sub-18 por 3 a 1. El saldo del partido, más allá de lo anecdótico del resultado, fue la posibilidad de experimentar algunas variantes tácticas ante la exigencia del rival.
Una presión sostenida de Las Leonas en los minutos iniciales y la buena respuesta del arquero Emiliano Bosso (el jugador de Universidad Nacional de Cuyo, se destacó en el primer tiempo), comenzaron a perfilar la dinámica del partido.
Un juego eslabonado con desplazamientos por los laterales fue el principal argumento de las campeonas del mundo. Y el intento explosivo, en las últimas 25 yardas, de Rosario Luchetti y Carla Rebecchi fue el resultado lógico del programa. Mientras que las líneas impuestas por los mendocinos se hacían flexibles en defensa.
A los 20', luego de tres intentos atajados, Rebecchi con un remate rasante -al palo izquierdo del arco cuyano-, fue la encargada de liberar la primera emoción de la noche. Hasta ese momento, en el primer chico de 30', dos jugadas de córner corto malogradas por las albicelestes habían insinuado peligro y la posibilidad de gol.
En el complemento, ambas escuadras se animaron al cambio radical. El técnico Emanuel Roggero dispuso un juego más fluido y carente de verticalidad, escalonando sus componentes y otorgándole mayor espacio a sus sparring.
A los 15', en una jugada que colaboró el guante de Lucas Smud, Luchetti ampliaba la cuenta (2 a 0). Mendoza en desventaja, se animó a lanzarse al ataque y se convirtió en peligroso.
Las Leonas probaron con los movimientos
El Seleccionado argentino se impuso anoche al seleccionado Mendocino Sub-18 masculino (3 a 1). El amistoso sirvió como oportunidad para ensayar algunos cambios radicales ante la exigencia.
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