Agosto de 2001. Fernando de la Rúa sigue siendo el presidente del país. Las Torres Gemelas son una atracción en Estados Unidos. La Selección de Marcelo Bielsa es la favorita a llevarse el Mundial de Corea-Japón. Racing sueña con salir campeón después de 35 años. Boca es el dueño de la Libertadores. San Lorenzo no tiene copas internacionales. Lionel Messi se somete a un tratamiento médico en Barcelona. Michael Schumacher logra su cuarto título mundial de Fórmula 1. Y Leonardo Sigali, que tiene 14 años y sólo piensa en jugar a la pelota, pasa la prueba en Nueva Chicago y comienza a entrenarse en las inferiores del club.
En los últimos catorce años cambiaron muchas cosas, pero Sigali sigue pensando en jugar a la pelota. El pibe de Campana, el que se tomaba el tren bien temprano con un amigo para entrenarse, y volvía bien tarde para comer y dormir, debutó en la Champions League. Su equipo, Dinamo Zagreb, de Croacia, derrotó 2-1 al Arsenal de Wenger y Alexis Sánchez por el Grupo F, en el que también están el Bayern Munich de Guardiola y el Olympiacos del Chori Domínguez y Cambiasso.
Sigali, el que ascendió con Chicago en 2006, el que salió campeón con Lanús por primera vez en la historia en 2007, el que festejó en el Mundial Sub 20 de Canadá con Agüero, Di María y Sergio Romero, el que encontró en Mendoza su lugar en el mundo y jugó seis años para Godoy Cruz, llegó a Croacia hace un año para tener su primera experiencia en Europa. Con perfil bajo y humildad, el ‘Oso’ enfrentó los micrófonos luego de cenar con sus amigos Luciano, Omar y Gustavo, que lo fueron a visitar porque querían estar presentes en uno de los partidos más importantes de su carrera. “Me ayudaron mucho de chico, cuando estuve en Chicago. Son los tres de Mataderos y es muy lindo que estén acá”, cuenta Sigali.
-¿Qué se te pasó por la cabeza cuando viste el grupo que los tocó en la Champions?
-Lo vi solo en mi casa mientras hablaba por teléfono con mi familia. Y la verdad que es único, un sueño. Enfrentar a esos equipos es increíble. Uno siempre lo mira por tele y hoy me toca estar acá. Pero después, a la hora de jugar, siempre somos once contra once y será un duelo de igual a igual.
-¿Qué características tiene el fútbol croata en general y el Dinamo en particular?
-El fútbol es distinto porque es más rápido, más preciso. Tenemos jugadores que son muy buenos, pero tal vez algo más indisciplinados a la hora de respetar las posiciones.
-¿Y el hincha cómo lo vive?
-Son tranquilos, excepto un grupo que serían como la barra brava en Argentina. Ellos están peleados con la dirigencia y cuando jugamos de local a veces no vienen, y sólo van de visitante. Algo muy raro.
-¿Cómo fueron tus inicios?
-Estuve seis meses viajando desde Campana a Mataderos, me ocupaba todo el día. Salía bien temprano y llegaba de noche. Mi vida era cenar, dormir y levantarme para entrenar, siempre la misma rutina todos los días. Después de esos seis meses por suerte me pude quedar en la pensión de Chicago, hacer la escuela en una nocturna y debutar en el Nacional B en 2006.
-¿Qué recuerdos tenés del Mundial Sub 20 de Canadá 2007?
-Haber participado de ese plantel fue increíble,. Teníamos jugadores de una calidad impresionante como Agüero, Di María, Sergio Romero... hoy la mayoría están en equipos del primer nivel.
-¿Soñás con volver a la Selección mayor?
-No pienso mucho en eso, sé que hay grandes jugadores. Uno trabaja y tiene que hacer las cosas bien en el club en el que está.
-¿Se extraña la Argentina?
-Se extraña, por momentos se hace difícil, pero es la vida que elegí desde chico y los sacrificios tienen su premio.
-¿Cómo es la vida en Croacia?
-Tranquila. Ahora vinieron a visitarme tres amigos de Mataderos, por suerte siempre viene alguien a acompañarme. El mes que viene va a venir mi familia desde Campana.
La crisis de Europa y los refugiados, en primera persona
"Es una situación difícil, muy dura para toda Europa", comentó al respecto el ex defensor del Tomba. A lo que luego, agregó: "En Croacia es más tranquilo, pero hace dos semanas fui a visitar a un amigo a Serbia y fue muy duro ver a los refugiados. Vi gente que necesita ayuda urgente y ojalá que la puedan encontrar. La manera en que los vi sufriendo, tirados en una plaza, es una sensación horrible".
La conversación está por terminar y antes de cortar hace un pedido: "Me mandás la nota por mail cuando salga". El pibe de Campana no cambió. Sigue con la misma humildad, el mismo perfil bajo. Sigue pensando sólo en jugar a la pelota.
